jueves, 19 de septiembre de 2013

El bullying afecta psicológicamente al individuo en la adultez si no se trata en la infancia

“Después de El Salvador, Venezuela es el país con mayor índice de homicidios de Latinoamérica ubicándose entre los 7 primeros lugares a escala mundial, lo que ocasiona que los niños crezcan en ambientes hostiles que los inducen a tener una conducta violenta”, comentó el Dr. Martín Villalobos, psicólogo miembro del equipo de evaluación del Colegio Santiago De León.

Cuando un niño es maltratado en casa, suele copiar esa actitud agresiva y repetirla en el contexto escolar, pudiendo convertirse en una persona que molesta a sus compañeros a través de agresiones tanto físicas como emocionales, fenómeno que se conoce como acoso escolar o bullying (en inglés).

En el marco del IX Foro de Psiquiatría 2013 organizado por Pfizer, el doctor Martín Villalobos, explicó que existen algunas manifestaciones que pueden orientar a determinar si un niño está siendo maltratado en el colegio, ya que se empiezan a notar cambios en su comportamiento: las notas bajan, manifiesta temor de ir a clases y comienza a sufrir de ansiedad.

Asimismo, resaltó que los maestros también detectan algunas señales como por ejemplo que el alumno no quiere salir al recreo y prefiere quedarse en el salón, compartiendo su tiempo con el docente por temor a sufrir de bullying.

Lo más adecuado es que al observar estos cambios de conducta se acuda a un terapista para que evalúe al niño y determine qué es lo que está pasando; de esta manera se podrá evitar que el niño desarrolle síntomas depresivos. En el caso del acosador, también es esencial que reciba tratamiento psicológico, con el objetivo de impedir que este obtenga un mayor dominio sobre sus demás compañeros y abuse de ellos en mayor medida.

El Dr. Villalobos destacó que este problema trastoca la vida del niño y adolescente que lo padece, ya que las experiencias cotidianas como compartir, tener seguridad y trabajar con sus compañeros se rompen, pudiendo convertirse en el futuro en una persona insegura debido a que no gozó de un ambiente tranquilo durante su período escolar.

Por otro lado, es necesario contar con el apoyo de los padres y con ayuda profesional que pueda corregir este problema a tiempo, para así impedir que se vuelva una actitud patológica en la adultez.

El especialista comentó que es esencial desarrollar una política de salud pública en el país para capacitar a los maestros en esta área, hacer de las escuelas un ambiente saludable en donde el niño pueda aprender a solventar problemas, a analizar situaciones, a buscar opciones y alternativas, ya que es fundamental prevenir y corregir ciertas actitudes 






Nota de Prensa
            

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