martes, 10 de septiembre de 2013

PENACHO en el MAC: el público cómplice de la obra




07/09/2013.- “Desde el principio ha estado presente en mi obra la inquietud porque las personas se integren a la pieza”, así se expresa el artista plástico venezolano, Prada Colón, en el marco de la inauguración de PENACHO,muestra organizada por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura (MPPC), que permitirá al público interactuar con la obra de este joven y destacado artista monaguense, que estará expuesta en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), a partir del viernes 6 de septiembre y hasta el próximo mes de noviembre, en la sede de la referida institución ubicada en la zona cultural de Parque Central, en Caracas.

La exposición compuesta por una escultura móvil que el espectador puede tripular y manipular y una maqueta de la escultura principal con tres cuadernos de bocetos sobre los apuntes para la escultura, permitirá -como indica este artista- “integrar el volumen de las personas al volumen de las piezas, creando un vínculo entre ambos”. Siendo que las esculturas son ensamblajes construidos en acero.

A su juicio, cuando la persona integra su volumen al volumen de la pieza, es un tripulante, un cómplice y esa es la idea. No obstante, aclara que, existen casos en que no todos los trabajos permiten la integración por cuestiones de escala, pero siempre de algún modo brindan la oportunidad de participar al público en la modificación de esa pieza, por mínima que sea.

La escultura es de la integración con la persona, la participación es una sola pieza, pero la maqueta es una realidad, la pieza hecha”, expresa el artista.

Prada Colón, exhibirá su obra en la Sala 0 del MAC, espacio que pertenece al proyecto Inventario 0, el cual está orientado a la exhibición y estudio de los procesos de creación plástica que dan cuenta de las investigaciones sistemáticas realizadas por los artistas, de manera especial, los trabajos inéditos (bocetos, maquetas, anotaciones). Inventario 0 comenzó hace tres años y, entre otras cosas, ha impulsado a jóvenes talentos.

El artista argumenta que, esta oportunidad le permitirá exhibir una parte del proceso de la escultura y le ofrece la oportunidad de mostrar el resultado de sus trabajos anteriores, “porque estaré exponiendo una obra que acaba de salir del taller, y es el último resultado de lo que hasta ahora he hecho”.

La obra y su análisis

El curador, Luis Velázquez, indica en el texto del catálogo sobre PENACHO, que éste es “un proyecto inspirado en los fastuosos copetes de las aves que engalanan las selvas de nuestro continente, los mismos motivos que sirvieron de referencia a los «tocados» elaborados por las culturas prehispánicas de América Latina. La investigación parte de ideas reflejadas en bocetos y maquetas, recursos reveladores del dominio técnico que Prada Colón posee del dibujo, el ensamblaje de metales ―por medio de soldaduras― y el cálculo matemático, componentes que constituyen la base de sus «máquinas escultóricas», con resultados muy próximos a los planteamientos originales. La presencia de una mecánica física convierte esta pieza en un cuerpo equilibrado y móvil en la medida en que se somete a la fuerza humana. El módulo superior está diseñado para efectuar un «cuarto de vuelta» sin desplazarse del eje, y esto posibilita la relación directa hombre-máquina. Así, la corporeidad y potencia del hombre aumenta el volumen de la escultura y activa el movimiento, aplicaciones que demandan su presencia e intervención como parte del engranaje, además de erigirse en factor clave para articular el sentido de una obra abierta, «viva».”

La capacidad inventiva de este artista da cuenta de un universo subjetivo donde pululan sus «criaturas fantásticas», construidas bajo un orden mecánico preciso y ajustado a la anatomía humana, pero no por ello carentes de sensibilidad y plasticidad. Figuras esquemáticas que definen un lenguaje racional y la dinámica espacial de relaciones «íntimas» con el espectador. Las referencias al mundo natural hacen transfigurar algunos elementos ―plumas― en un sistema armónico de líneas y barras ondulantes, una «realidad representativa» que evoca el espíritu del futurismo italiano, expresado por Boccioni a principios del siglo xx. Esta manera de abordar el hecho creativo supone cambios significativos en los modelos discursivos y de representación, que pasan por reformular los conceptos, así como la elección y el tratamiento de los materiales, además de destacar los propósitos integradores e interactivos de la escultura, actuaciones que superan la experiencia estética como práctica meramente contemplativa, pues en este caso el arte se asume como un proceso activo de experimentación”. (FIN/Prensa MPPC)

T/Teresa Quilez

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