POR NATHALI GÓMEZ • @LAESPERGESIA / FOTOGRAFÍAS ENRIQUE HERNÁNDEZ
Apostar siempre a un sabor conocido puede alejarnos del camino sinuoso de las nuevas sensaciones. Quien pide un shawarma en Caracas espera encontrar los ingredientes clásicos: pan pita, carne o pollo, lechuga, tomate, cebolla y salsa. La sorpresa, al ir por otro camino, surge en Pita’s, ubicado en el Centro Comercial Parque Caracas, en Candelaria. Allí, este enrollado que surgió en el Medio Oriente, puede tener sabor criollo, mexicano, italiano, español y tipo americano, además de los conocidos rellenos con falafel, kibbe o tabule.
“¿En qué consisten estas variaciones?, se preguntan quienes se paran frente al mostrador para ordenar. El shawarma criollo, entre sus ingredientes, tiene huevo; el italiano, mozzarella y pesto; el mexicano, picante y pico ’e gallo; el español, chorizo; y el tipo americano, queso amarillo y papitas. Algunos se atreven, otros prefieren irse por lo conocido y seguro.
Al probar el shawarma italiano, la lengua saborea la carne marinada en siete especias y se pierde en la personalidad fuerte del pesto. Es la posibilidad de ir del mediterráneo al Medio Oriente sin conquistas, sin guerras y sin moverse de Caracas.
Al frente esta Mónica Vegliante, quien maneja cada detalle. Reserva unos minutos para la entrevista, no sin antes limpiar la mesa donde nos sentaremos, atender a un proveedor, ayudar a servir bebidas detrás de la barra y sonreír.
La idea surgió de la necesidad de ofrecer cosas distintas. Desde que fue concebida, hace unos dos años, hasta que abrió el local, se cuidaron todos los detalles: estudiaron cual menú podrían ofrecer en función de los precios y la zona, definieron cuales serían los ingredientes que incluirían en su carta, les pusieron nombres fáciles de recordar, se asesoraron con expertos árabes, hicieron pruebas de sabor y pensaron como seria la decoración del local y, claro, buscaron un nombre que resumiera la esencia: platos hechos con pan pita.
En el lugar ofrecen una ensalada Cesar que en vez de crutones tiene pan pita tostado, además de raciones de pita chips, tabule, ensalada fatush y falafel. Cada shawarma es pesado, para garantizar la equidad de las raciones.
Otra sorpresa llega al final, se llama Limonada Pita Pink. Cuando traen el vaso lleno de líquido rosado, uno no sabe que esperar. “Es limonada”, digo asombrada como si el nombre no lo hubiera presagiado. El cerebro demanda un líquido verde y no rosa. La nueva tonalidad queda. Le pregunto a Mónica como lo hacen y dice que es el secreto de la casa. No sabemos como lo hizo pero logro desterrar de mi mente el color tradicional de las cosas. ¿De eso se trata, no?
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