miércoles, 24 de mayo de 2017

Prestatarios de créditos para comprar vehículos en EEUU podrían estar manipulando sus calificaciones crediticias

Denuncia Banco suizo UBS


Solicitud de crédito (referencial)

SOLICITUD DE CRÉDITO (REFERENCIAL)

Credito: Archivo

24 de Mayo.- Las calificaciones crediticias de los consumidores, en Estados Unidos, podrían terminar siendo un terrible indicador de la capacidad de los prestatarios para devolver los créditos consagrados a las compras de vehículos, de acuerdo con estrategas del banco helvético UBS. Estos han señalado fallas en las calificaciones que son similares a aquellas suscitadas durante la burbuja inmobiliaria de la década pasada.
Los estrategas de UBS -liderados por Matthew Mish- afirman que uno de cada cinco prestatarios de créditos para adquisición de automóviles, admitió que su solicitud de préstamo contenía inexactitudes, lo cual representaría un fraude más generalizado de lo que los prestamistas habían previsto. Un creciente número de prestatarios ha buscado en la internet la frase "calificaciones crediticias" y ello indicaría que las personas estarían más informadas de cómo manipular sus calificaciones crediticias, según señalan los estrategas.
El reporte levanta interrogantes acerca de uno de los argumentos clave de por qué los inversionistas no están preocupados por la calificación crediticia de los prestatarios y en especial de los que solicitan créditos para comprar automóviles. Las calificaciones crediticias han estado aumentando ampliamente y han sido más altas para la adquisición de vehículos en tiempos recientes, más que durante la crisis financiera. De acuerdo con los estrategas, la escalada de las calificaciones ha ido a la par del relajamiento de los prestamistas en muchos términos de los créditos e incluso en la extensión de los tiempos de devolución.
Mish declara: "Todo se ha flexibilizado en la suscripción de seguro del prestamista menos las calificaciones crediticias (...) Los plazos de los préstamos se alargan, las tasas de interés son hostiles pero quizás hay demasiada confianza [de los prestamistas] en las calificaciones crediticias y allí radica el peligro".
El uso de artimañas
Las calificaciones crediticias de los consumidores, método que se remonta al decenio de 1950, oscilan tradicionalmente entre 300 y 850 puntos. Un prestatario con una nota inferior a 620 puntos se considera -con frecuencia- de alto riesgo. Las calificaciones crediticias han sido vistas, por prestamistas y analistas, como un elemento problemático después del estallido de la burbuja inmobiliaria, cuando falló la precisión de éstas para predecir la probabilidad de impago de un prestatario.
Parte del declive del nivel de precisión de las calificaciones crediticias puede deberse a que los consumidores han sido más proclives a emplear artimañas con el fin de alterar sus calificaciones. Un trabajo académico donde se observó la conducta de los prestatarios de hipotecas antes de la crisis inmobiliaria, determinó que "los solicitantes tenían un incentivo para manipular sus calificaciones crediticias cada vez que percibían que los beneficios marginales en términos más favorables para el préstamo excedían los costos marginales de mejorar las calificaciones". El trabajo concluyó que los prestamistas, que utilizan una combinación de otros sistemas de calificación y datos, se fiaban en demasía de las calificaciones crediticias.
UBS ha citado el trabajo académico en su informe y expresó que los hallazgos son pertinentes para otros tipos de préstamos al consumidor. Según los estrategas: "Sólo realizar el acostumbrado contraste de calificaciones no ofrece una medición sólida de las tendencias de riesgo a través del tiempo". Se encuestaron prestatarios de créditos para compra de automóviles y se indagó sobre las deudas no-hipotecarias que estos habían contraído, incluyendo las de préstamos estudiantiles y tarjetas de crédito.
Por lo general, las calificaciones crediticias sólo son un componente en el proceso de suscripción de seguro del prestamista, lo que también implica escudriñar si el prestatario está empleado o no, sus ingresos, sus activos y otras deudas que posea. Bastante de esta información se refleja en los sistemas de calificación de las agencias de informe crediticio.
Las preocupaciones sobre fraude y tergiversación en los préstamos al consumidor, han crecido en los últimos meses mientras se acentúan la morosidad y los impagos en diferentes tipos de deuda. Más de una docena de las compañías más grandes de financiamiento para adquisición de vehículos, se reunió el mes pasado para discutir los crecientes niveles de estafa en el sector, en la sede principal de Santander Consumer USA Holdings Inc. ubicada en Dallas, EEUU. Ejecutivos de una firma especializada en detección de fraudes que participaron en el evento, dijeron que han visto acrecentarse los niveles de timo en el mercado de financiamiento de vehículos quizás en un número similar al de las solicitudes de hipotecas durante la burbuja inmobiliaria.
En una entrevista ofrecida vía telefónica el miércoles (17 de mayo), Matthew Mish de UBS declaró: "En definitiva, algo está ocurriendo bajo la superficie (...) Ya no se trata de una cortina de humo".
-Autor: Matt Scully (Bloomberg Markets)
-Traducido del inglés por: Adán González Liendo

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