lunes, 8 de mayo de 2017

Pueblo Constituyente!


Por: Jose Avila


La convocatoria hecha por el Presidente Nicolás Maduro a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC)  en uso de las facultades que el Pueblo Constituyente dejo establecidas en el artículo 348 de la Constitución de 1999, tomo por sorpresa a la ultra derecha nacional e internacional, que solo han atinado a golpear al vacío y lanzar improperios y cualquier tipo de especulaciones ante la falta de argumentos y la sorpresa que les ocasiono esta audaz decisión.

La decisión es legal y constitucional. Eso no admite discusiones.

En el ámbito histórico, ha sido la decisión de las y los bolivarianos cada vez que la coyuntura lo amerita. Así lo hizo Bolívar al someterse a la soberanía popular en 1819 y Chávez en 1999.

En el ámbito político; es pertinente y necesaria vista la negativa del sector político de ultra derecha, quienes se niegan a dialogar y desconocen todo tipo de acuerdo nacional que conduzca a la paz y el sosiego del pueblo, asediado ahora por una especie de insurrección armada que han tratado de levantar, a través de focos violentos en las principales ciudades del País.

Han caotizado la vida cotidiana en abierta intención por instaurar un régimen de facto.

La Constituyente abre la oportunidad de transformar lo que haya que transformar en el ámbito político, económico, social y jurídico, en beneficio directo del pueblo venezolano y en favor de las mayorías. No es un pacto de élites. Es una construcción colectiva que demanda mucho trabajo y que este pueblo es capaz de construir.

La constituyente profundiza el legado de Chávez, no lo niega. Pues planear dejar previstas las misiones y grandes misiones -por ejemplo- en el texto constitucional es honrar la visión de Hugo Chávez.

Que nadie se deje confundir, otra vez nos toca confrontar los dos históricos bloques de ideas; por un lado las Libertarias y por el otro las opresoras.

Que se abra el debate y surjan las propuestas desde el seno del pueblo que a diferencia del año 1999, hoy en revolución, creció moral, espiritual y académicamente, y es capaz de afrontar esta y otras tareas.
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