Políticos de la derecha quisieron dar un show en la sala de reuniones y el personal protocolar los expulsaron del recinto
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La oposición venezolana cerró este miércoles con “broche de oro”, su fracaso en la 47º Asamblea General Organización de Estados Americanos (OEA) celebrada en Cancún, México, cuando un grupo de diputados de la derecha fueron desalojados de la sala de reuniones por el personal de protocolo, luego de haber interrumpido para gritar arengas contra el Gobierno Bolivariano.
Este acto que denota la desesperación reinante entre los integrantes de la oposición, fue presenciado por los cancilleres de las otras naciones, quienes en sus rostros mostraban diversas reacciones, que iban del hartazgo y el estupor, hasta la pena ajena.
Irrespetando la sesión y a nuestro máximo símbolo patrio (colocaron la bandera al revés), gritaron su ya recurrentes expresiones como “asesino” y “no más dictadura”, que no tuvo repercusión, como tampoco la tuvo sus intenciones de aprobar una resolución en contra de Venezuela, durante los tres días que duró la Asamblea.
El canciller del país anfitrión, Luis Videgaray, tuvo el penosos deber de pedirles a los saboteadores abandonar el lugar. “Señoras y señores están obstaculizando la sesión, permitan continuar con el desarrollo de esta tercera sesión plenaria”, exigió uno de los principales aliados de la derecha nacional.
El bochornoso incidente duró solo 30 segundos, pero fueron suficientes para demostrar una vez más, que los adversarios a la Revolución Bolivariana, todavía no han aprendido a asumir las derrotas políticas con dignidad.
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