martes, 20 de junio de 2017

Vivir 120 años, una utopía que puede convertirse en realidad


PL
Referencial
La Habana (PL) – A pesar de los retos que tiene la humanidad por delante, que pasan incluso por la propia supervivencia de la especie, llegar a vivir 120 años es una utopía que puede perfectamente convertirse en realidad.
Así lo aseguró a Prensa Latina el doctor Raúl González, presidente de la Asociación Médica del Caribe (Ameca), entidad que recientemente auspició en la capital cubana el XIV Seminario Internacional de Longevidad.
El ser humano aún tiene que desarrollar una conciencia masiva sobre las insospechadas potencialidades de la propia especie, que aún se encuentra en evolución.
Para 2030 uno de cada tres cubanos tendrá 60 años o más, por lo que la fuerza joven será cada vez menor y eso es ya una realidad; por tanto, es necesario tender un puente intergeneracional que permita una interacción armónica entre las nuevas fuerzas portadoras de inmensas energías y el enorme caudal de experiencias acumuladas durante el envejecimiento, apuntó.
El directivo se refirió igualmente a la necesidad de potenciar nuevos enfoques de la ciencia que permitan dar el soporte imprescindible en la función de una longevidad larga y satisfactoria.
Detalló que las bases para alcanzar ese objetivo radican principalmente en el cuidado de la salud, el fomento de la cultura, la práctica de actividad física, el correcto funcionamiento del andamiaje del sistema social, las condiciones del medioambiente y -sobre todo- la motivación de cada individuo.
Está claro que alcanzar los 120 años de esperanza de vida es una utopía, pero nuestra sociedad cuenta con los resortes para lograrlo.
Son enormes los desafíos, sin embargo, igual lo fueron en su momento otros hitos en la historia humana como la conquista del espacio, o la secuenciación del ADN. Esto es similar, solo hay que proponérselo, indicó González.
La experiencia cubana se extiende en la actualidad a otras naciones de la región caribeña. Un ejemplo de ello lo constituye la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), en República Dominicana, que gracias a su vínculo con la Ameca ya cuenta con asignaturas en su plan de estudio directamente relacionadas con el tratamiento al adulto mayor.
Los aportes de Cuba nos han influenciado mucho. Gracias a esto  contamos en la actualidad con las asignaturas de Geriatría y Gerontología en nuestra Facultad de Salud de la UASD. Consideramos que Cuba nos ha aportado mucho en ese sentido, declaró a Prensa Latina la profesora Maria Virtudes, de esa casa de altos estudios.
Virtudes señaló que aún falta mucho por hacer, pero ya están tocando incluso las puertas de los legisladores para que transformen las políticas públicas: si se logró eliminar gran cantidad de barreras arquitectónicas en el caso de los discapacitados, también se podrá adecuar algunas leyes para beneficiar a la población adulta mayor, aseguró.
En ese sentido, la académica detalló que ya son palpables algunos cambios, por ejemplo la preferencia que tiene el anciano a la hora de acudir a instituciones públicas como los bancos; o la normativa que obliga a cederles el asiento a esas personas en el sistema de transporte público.
Vamos a necesitar mucho tiempo pero ya estamos dando los pasos necesarios para conseguir que el adulto mayor reciba la atención que merece, destacó la profesora.
La Asociación Médica del Caribe, uno de los principales gestores de lo relacionado con el adulto mayor en la región, se fundó el 26 de octubre de 1994 durante un congreso realizado en Cuba; con delegados de Guyana, Colombia, Honduras, Jamaica, México, Venezuela, Canadá y Estados Unidos.
La entidad cuenta con el reconocimiento de las Naciones Unidas y su membresía ya supera los 80 mil asociados a nivel global.

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