viernes, 14 de julio de 2017

De la neurosis a las acciones irracionales


El presidente de Hinterlaces, Óscar Schémel, dio a conocer las estrategias psicosociales que emplea la oposición


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Óscar Schémel, presidente de la encuestadora Hinterlaces, dio a conocer las estrategias terroristas que emplea la oposición a través de la ponencia ¿Violencia o constituyente?, que estuvo enmarcada en la tercera temporada de la Cátedra de Historia Insurgente Federico Brito Figueroa.
Inicialmente, el ponente dio a conocer las tres metodologías que emplea Hinterlaces para diagnosticar y difundir la opinión pública. La primera tiene que ver con las encuestas que se realizan directamente en los hogares, mientras que en la segunda estrategia se utiliza la base de datos telefónica para realizar el muestreo.
“Tenemos alrededor de 100 millones de teléfonos registrados. Es una herramienta que tiene la misma calidad y la misma certeza que tiene la encuesta puerta a puerta. En muchos países utilizan esta estrategia para hacer estudios cuantitativos. No obstante, las preguntas y respuestas deben ser muy precisas. A su vez, tiene mucha utilidad para medir la coyuntura y el momento. De hecho, podemos tener los resultados en tres días, mientras que una encuesta nacional puerta a puerta puede tardar dos o tres semanas”.
Otra herramienta clave para comprender las cifras son los estudios cualitativos mediante el focus group. “Es una herramienta muy útil y estratégica. Incluso las empresas de investigación de opinión pública coinciden en que la encuesta cuantitativa es la mitad del sonido, la mitad de la película. El estudio cualitativo es fundamental para tener una interpretación más exacta de lo que está ocurriendo”.
Agregó que el estudio cualitativo permite, entre otras cosas, elaborar las estrategias de comunicación, “ya que es posible identificar los repertorios gramaticales, los marcos de interpretación, las motivaciones profundas del ciudadano, elector o consumidor”.
A raíz de esto, el ponente dio a conocer los estudios que ha realizado Hinterlaces en torno a la operación psicosocial contra Venezuela, cuyo propósito es neurotizar a la población.
Tiempos difíciles
Schémel apuntó que la propaganda ha influido en las opiniones, emociones, actitudes y conductas de los grupos hostiles. “La guerra psicológica, en cuanto a acción militar, incluye maniobras de intimidación, la desinformación y el rumor para despertar la angustia. La angustia no desaparece, sino que se acumula y en algún momento se convierte en neurosis. La neurosis provoca respuestas irracionales y negativas”.
Otro factor que contribuye con la guerra psicológica es asustar al enemigo para reducir sus posibilidades de éxito en el combate. “En el caso de Venezuela, la guerra psicológica está centrada en crear neurosis persecutoria, que en algún momento logre provocar un estallido social o simplemente una ruptura del orden. Esto, alimentando la incertidumbre, es la base de la neurosis: pensar que las cosas se pueden poner peor y sentirse indefenso tras salir a la calle”.
Desde hace mucho tiempo los laboratorios de guerra psicosocial han elaborado y promovido estas estrategias para desestabilizar a nuestra sociedad.
“Estamos en el capítulo final de esa fase, están buscando el desenlace fulminante. En nuestra opinión, ojalá nos equivoquemos, vienen los días más difíciles. Posiblemente vamos a ver un escenario muy dramático, arremetidas muy violentas”.
Acotó que los laboratorios de guerra utilizan 45 días para ejecutar sus planes. “¿Por qué 45 días? Porque al final de este período es posible identificar resultados, es posible observar cambios en el comportamiento social. Estamos en la segunda etapa de los 45 días, donde se coloca el conflicto en el terreno militar, o en el caso de estas guerras no convencionales, esta fase es más violenta y orientada hacia lo paramilitar”, subrayó.
Señaló que el 80% de los venezolanos rechaza las manifestaciones violentas que ha generado la derecha en los últimos meses. “Los estrategas de estas operaciones psicológicas tienen la convicción de que el chavismo es muy débil, de que el gobierno está caído, que su popularidad es apenas del 10 o 12% y que el descontento es ilimitado, que estamos al borde de una explosión social, y no necesariamente es así. Hay descontento, hay malestar, pero el chavismo sigue siendo la única fuerza social, política y simbólica del país”.
En este sentido, acotó que la oposición no tiene una propuesta o un arsenal simbólico. “Los éxitos de la oposición tienen que ver con los errores del adversario, centrándose en la denuncia y el descontento. La oposición ha optado siempre por el derrocamiento del gobierno constitucional”.
Datos de interés
El ponente dio a conocer algunas cifras que ha realizado Hinterlaces en la coyuntura actual. Entre ellas, se puede mencionar que el 70% de la población considera que la oposición está dividida, 69% que no tienen un líder, 61% que está dirigida por los viejos dirigentes de la IV República, mientras que el 76% ve pertinente que la oposición ayude al presidente Maduro a resolver los problemas que rodean a Venezuela.
71% cree que la oposición no tiene un plan para resolver los problemas económicos y el otro 58% piensa que si la oposición llega al poder, no se resolverán las dificultades económicas.
Por otro lado, 81% se ha mostrado en desacuerdo con las guarimbas y los trancazos, y el 74% de los encuestados opinan que los responsables deben estar presos.
35% siente rabia: “ese es el porcentaje de venezolanos que están en la calle; eso es mucha gente. El otro 54% siente miedo, como parte de las estrategias de guerra psicológica”.
54% está de acuerdo con la idea de que la Asamblea Nacional Constituyente puede promover el diálogo, y el 89% se ha mostrado en desacuerdo con una intervención militar extranjera.
22% se autodefine como opositor, 24% apoya mucho o algo a la oposición, y 55% prefiere que el mandatario nacional resuelva la coyuntura actual en lugar de que la oposición tome el poder del territorio nacional.
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Desventajas de la derecha
Schémel, quien también es aspirante a constituyente por el sector de los empresarios, considera que la oposición tiene una gran desventaja, y es su falta de liderazgo. “No hay ninguno que se haya convertido en un referente fundamental. Fíjense en Leopoldo López: tiene tres años en prisión y nadie hablaba de él en las manifestaciones y no había ninguna pancarta por su libertad, hasta ahí llegó Leopoldo; tres años de sacrificios perdidos”.
Otra debilidad notoria en la derecha es su desprecio hacia los sectores populares. De hecho, ningún dirigente de derecha ha planteado en su discurso la erradicación o disminución de la pobreza. “No pueden disimular el odio hacia las personas más humildes. Los focus group de la clase media se cuestionan por qué se tienen que topar con ellos en el banco, el supermercado o simplemente verlos en la pantalla de VTV. Hay otros que acaban de descubrir que son seres humanos”, destacó el ponente.
Tibisay Maza Giménez/Ciudad CCS

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