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En Vietnam, los pastores presos por causa de su fe están pasando por un tiempo de persecución y angustia, enfrentando condiciones precarias, que dificultan su supervivencia.
De acuerdo a lo informado por God Repots, “Un pastor fue sentenciado a 11 años de prisión, pero su pena ya se ha ampliado a 20 años”, dijo Su , el director de un ministerio cristiano local a la Christian Aid Mission (CAM).
Las condiciones de vida en las prisiones son difíciles, los presos reciben sólo un tazón de arroz al mediodía y otro por la noche.
Algunos pastores detenidos no tienen ningún apoyo externo, lo que acaba empeorando su situación en la cárcel.
“La familia de un pastor ya no pueden visitarlo, él está en una celda privada y se está alimentando sólo con arroz, tiene hambre y está desnutrido, termina comiendo insectos, ratas, sapos, todo lo que está disponible para No morir de hambre, cuando los carceleros permiten que el detenido salga de su celda, después de uno o dos meses de confinamiento, apenas puede caminar, apenas se arrastra, no aguanta”,destacó el relato de la organización cristiana.
No son sólo los pastores que se enfrentan a la persecución. Muchas familias cristianas en las aldeas rurales también enfrentan presiones por el nuevo estilo de vida que siguen después de convertirse al cristianismo.
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