Keila Vílchez Boscán
Mónica Guevara
“Esta mañana (viernes pasado) me tocó montarme en un bus de la ruta de 5 de Julio, eran como las 6:15 de la mañana, para venir al centro hacer unas compras. De repente el autobús se detuvo, se montaron dos chamos, pero uno se sentó adelante y el otro caminó hacia atrás. Para sorpresa de todos, el de adelante encañonó al chofer, al colector le dieron con la cacha en la cabeza y a todos los que íbamos nos pasaron raqueta. A mi me quitaron la cartera con la plata que tenía”. Esto lo contó Aida Luzardo, residente de la avenida La Limpia.
En la parada de Bella Vista, estaba el chofer de uno de los buses, que se identificó como Rafael Galué, quien contó cómo el mismo viernes a un compañero de la línea lo robaron en las inmediaciones de la estación de servicio de Santa Rosa de Agua. “La hora peligrosa para salir, o cuando más atracan es entre 5:00 de la madrugada y 6:45 de la mañana. Se aprovechan de la poca luz, de la soledad de la mañana y de que generalmente van pocos pasajeros para atracar”, explicó.
Este escenario se repite, sobre todo en los buses más de 30 veces al día en las distintas líneas de la capital zuliana, sin contabilizar los robos que se cometen en las líneas que van hacia otros municipios. “En la zona oeste tenemos 40 rutas, y bajo esta modalidad roban a dos colectivos al día por cada una de las rutas”, detalló Rubén Esis, representante del gremio en la zona oeste de la capital zuliana.
Yolanda Finol, residente de El Marite, señaló: “Uno se monta en los buses con una zozobra y con asombro, mirando raro a todo aquel que se monta, viéndole los bolsillos por si acaso lleva un armamento, porque ya son tantas veces las que han atracado que no puedes ir con tranquilidad”.
Desde carteras, celulares, prendas, zapatos, y compras de comida aseguran los usuarios les despojan los antisociales. “No respetan a abuelas, niños, nada. La semana pasada le quitaron a una señora como de 70 años una comprita que llevaba”, refirió .
Según los números que maneja la Central Única de Transporte, los delincuentes al día se llevan unos 20 carros por puesto. “Estos carros de cinco puesto que conforman la flota en Maracaibo son muy viejos, del 70, 80. Y cuando son robados quieren quitarle al chofer por un rescate hasta un millón 500 mil bolívares, de dónde va sacar un transportista ese monto. Muchos prefieren dejarlo perder”, precisó el presidente de esta organización gremial, Erasmo Alián.
Detalló que las líneas de la zona oeste son las más afectadas por el hampa. “Pero muy especialmente en Francisco Eugenio Bustamante, Ildelfonso Vásquez, Antonio Borjas Romero, Venancio Pulgar. Mientras que como Los Haticos, El Gaitero, C-3, Socorro, Sabaneta y El Marite no le dejan respiro tanto a los choferes como a los usuarios, porque en este caso se ven afectados ambos”, señaló Alián.
En la parada de los buses de 5 de julio, ubicada en el centro comercial Galerías, hay un supervisor que con un detector de metales hace el chequeo a todo aquel pasajero que abordar el colectivo. Sin embargo, los usuarios aseguran que los delincuentes no suben a las unidades en las paradas sino en el trayecto, porque ya saben las estrategias que han implementado las rutas de transporte.
Los gremios de transporte de la capital zuliana aseguran que han solicitado, en reiteradas oportunidades, la conformación un comando unificado de protección al transportistas que coordine con ellos las estrategias a seguir en materia de seguridad. Sin embargo, los representantes de las líneas enfatizan que no han recibido respuesta para esta propuesta.
“Nosotros necesitamos reunirnos con el secretario de Seguridad, Biagio Parisi, porque él es quien puede ayudar a coordinar estrategias en esta materia”, dijo Erasmo Alián.
El Gobierno regional se ha reunido en varias oportunidades con el gremio para abordar este problema.
K
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