lunes, 17 de julio de 2017

Venezuela y sus tradiciones: Comparsas, arte de pueblo


La danza del Pájaro Guarandol se baila en nuestro país desde hace generaciones


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En el Oriente y Sur de nuestro país, especialmente en los estados Sucre, Nueva Esparta, Anzoátegui, Monagas y Bolívar, se baila en diferentes épocas del año y desde hace generaciones la danza del Pájaro Guarandol.
Se trata de una diversión pascual o comparsa, nombre que reciben las manifestaciones tradicionales de calle, en la que la teatralidad, la danza, el canto y la música se integran.
Generalmente se celebran cerca de las festividades decembrinas y en muchos casos suelen durar hasta la fiesta del Carnaval.
De acuerdo a investigaciones realizadas por Ramón y Rivera sobre el teatro popular venezolano, “El desarrollo de esta danza representa una simbología antigua, que guarda estrecha relación con la muerte y la resurrección del Guarandol y la expresión ritual del ciclo anual de la naturaleza que se manifiesta en los extremos de invierno y primavera. En el caso de Venezuela, el inicio de las sequías anuales de los campos, que sería la imagen de la muerte, y el regreso de las lluvias, conjuntamente con el reverdecimiento de la vegetación, será entonces el signo de la vida”, cita en su trabajo.
Es entonces esta danza un símbolo del triunfo de la vida sobre la muerte, que se ve escenificada cuando se resucita en sentido figurado al pájaro Guarandol.
El origen de la comparsa se remonta a tiempos previos a la llegada de la colonia, cuando los indígenas hacían escenificaciones basadas en su vida cotidiana, de animales y vegetales, en las que también se veneraba a los fenómenos naturales, desarrollándose de esta manera el mito.
La conquista que unió consigo a las culturas europea, indígena y africana produjo a su vez un fuerte sincretismo que dio forma a la actual comparsa, sin embargo, la expresión cultural indígena lucha por prevalecer a través del tiempo.
Es por esto que las comparsas como esta son consideradas como un legado cultural indígena, donde prevalece la escenificación alegórica de la figura de algún animal unido a rituales indígenas.
Sin embargo, en su aspecto profano, las comparsas responden a la expresividad del pueblo que las crea y que las muestra de forma jocosa, manifestando, a través de ella, la crítica a los problemas que aquejan a las comunidades y se caracterizan por ser de creación popular.
Esta tradición cuenta la historia de un pájaro que es perseguido por un cazador venido de Francia.
En estas manifestaciones culturales se pone en juego la imaginación de la gente, y es una clara muestra de la extensa capacidad creativa que se ha venido promoviendo por generaciones.
Los símbolos, así como los parlamentos que se enuncian muestran, desde la cultura, el hecho social, económico y político que trascendió la época de su surgimiento.
Danza: ¿Cómo se baila el Pájaro Guarandol?
La comparsa del Pájaro Guarandol es una celebración de carácter popular, caracterizada por su gran carga de alegría, color y algarabía.
Esta fiesta cultural popular está integrada por tres personajes principales: El pájaro Guarandol, el cazador y el brujo, entre otras personas que la acompañan con algarabía.
La historia del Pájaro Guarandol gira en torno a la cacería del ave que suplica al cazador que no lo mate y la intervención del brujo para resucitarla, lo que simboliza la resolución de un problema colectivo.
En pueblos y comunidades, quienes participan en esta danza teatral, cantan estrofas alusivas a cada escena de la historia.
La comparsa del Pájaro Guarandol va acompañada de una música muy similar a las contradanzas antiguas y sones campesinos a cargo de un grupo musical y un coro.
Los instrumentos que se suelen utilizar para interpretarla son bandolín, cuatro, guitarra y maracas.
Al ritmo de la música se va guiando la acción de los personajes principales, desde el momento en el que el cazador inicia la persecución del ave, hecho que genera mucha emoción en quienes tienen la oportunidad de disfrutar de esta celebración popular.
Otro elemento importante de esta tradición es su vestuario, ya que el mismo le imprime colorido y alegría.
El pájaro generalmente es de colores vivos, rojos o amarillos y negros –en alusión a nuestro típico turpial–.
La creatividad se desborda a la hora de confeccionar este personaje, que puede hacerse tanto de cartón, de papel, tela o plumas y del tamaño que se desee.
Por su parte el cazador viste shorts y camisas de safari, mientras que el cuerpo de baile viste las típicas faldas floreadas y largas, con camisón de hombros descubiertos para las niñas y damas y liquiliqui para los niños y caballeros.
Verónica Abreu Roa

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