lunes, 14 de agosto de 2017

En Los Puertos de Altagracia reinan el dolor y el silencio


Karelis González / kgonzalez@panored.com
Gustavo Mavárez, tiene un mes desaparecido / Zuyén García, tiene cinco meses desaparecida
Dos familias esperan respuesta sobre el paradero de sus seres queridos, ambos casos registrados en Los Puertos de Altagracia, municipio Miranda de la Costa Oriental del Lago.
Zuyén García tiene cinco meses desaparecida, mientras que Gustavo Mavárez, cumplió un mes  el pasado 7 de agosto.
Las familias insistentemente piden a las autoridades policiales pronunciamiento sobre los casos y la respuesta siempre es la misma: “Estamos trabajando. Las averiguaciones todavía no han arrojado resultados”.
Orángel Mavárez, hermano de Gustavo, expresó: “A mi hermano no se lo pudo haber tragado la tierra. Tiene que aparecer”.
En el municipio Miranda se ha evidenciado la presencia de bandas delictivas que operan con rivalidad en las costas del Lago. 
 Los Puertos de Altagracia se convirtió en el Triángulo de Las Bermudas para estas dos familias.  Zuyén y Gustavo desaparecieron y los rastros son nulos.
La familia García y Mavárez están aferrados a la fe divina. “Todos los días suplicamos a Dios para que nos haga ver el final de esta pesadilla con éxito”, dijeron los parientes.
La incertidumbre los agobia. El dolor comprime  sus corazones. La impaciencia los aturde. Pero las ganas y el deseo de ver llegar a su pariente, abrazarlo y decirle cuánto lo extrañaron los mantiene firmen ante tal desgracia que atraviesan estas dos familias.
Cinco meses de angustia y de interrogantes que nadie sabe responder. Así es el día a día de la familia García, tras la desaparición de Zuyén García, ocurrida el pasado 4 de marzo.
“Más de 150 días sin recibir una llamada, una pista o cualquier indicio que nos lleve a saber sobre el paradero de mi hermana”, dijo Lucy García, hermana mayor de la centralista de Polimiranda.
La mujer, de 48 años, salió de su casa, en Los Puertos de Altagracia, con rumbo a una celebración, donde la esperaban sus amigas. Nunca llegó, aseguraron sus amistades.
 Varias hipótesis salieron a relucir sobre la misteriosa desaparición de  Zuyén, una de ellas fue relacionada a problemas laborales. Esta versión fue desmentida totalmente por sus familiares.
“Mi hermana nunca tuvo problemas. Ella  ha sido una mujer pacífica, católica”, aseguró la pariente.
La familia García no se rinde. Todavía rastrean hospitales y elevan sus oraciones para obtener respuestas.
“El dolor es indescriptible. Todos los días soñamos con verla llegar a la casa y superar la pesadilla que estamos atravesando cada uno de nosotros”, expresó la hermana. 

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