lunes, 18 de septiembre de 2017

El bronce es el nuevo "oro" para los ladrones del patrimonio: 464 piezas públicas han robado


Yesenia Rincón Castellano
PUERTA ONIDEXALEJANDRO BRACHODIGITAL 09-09-2017
ALEJANDRO BRACHO

No ven monumentos, ni testigos de historias centenarias, ni rasgos identidad, ni valores artísticos, y muchísimo menos símbolos de amor por lo propio. Lo que ven los insomnes ladrones del patrimonio zuliano en cada pieza de bronce de los espacios públicos, solo son los “cobres”  que  pueden sacar por cada kilo que vendan tras la  fundición del metal  en el mercado negro, donde funden también la memoria de la región.  
Ese metal, que es muy usado para la elaboración de esculturas y placas para espacios públicos por su perdurabilidad, es ahora el nuevo “oro cochano” de los vándalos del patrimonio público que, en lo que va de año,  que se sepa, han robado cuatro piezas históricas importantísimas para el  patrimonio cultural tangible del Zulia. 
Lo más reciente fue, el 9 de septiembre, cuando se robaron una puerta de la antigua  oficina de Onidex Maracaibo,  inmueble que fue inaugurado el 28 de agosto de 1954 y diseñado por el arquitecto Arthur Kan como Casa Matriz del Banco de Maracaibo ubicado en la avenida 5 Urdaneta con calle 99 Comercio. A pocos metros de ese lugar, el pasado 11 de julio,  desprendieron dos placas centenarias de bronce del pedestal de Rafael María Baralt frente al Convento, Monumento histórico de la Nación y, valga recordar que ambos robos ocurrieron en el casco central de Maracaibo, zona que, por  decreto presidencial Nº 373 de la Gaceta Oficial Nº 40.246, fue declarada como zona de interés turístico nacional. 
“Siempre se los llevan en la noche porque al caer el sol esto es un desierto y ese bronce lo venden en Colombia”, afirmó Henry Espinoza, el secretario de la Asociación de Comerciantes Informales de la Plaza Baralt, quien añadió:  “Hay mucha oscuridad y poca vigilancia. A las 4:00 pm, todo muere,  ya nadie pasa por aquí”.

La oscuridad en el centro de la ciudad facilita los robos.

“Siempre he dicho que todos los espacios patrimoniales y centros culturales deben tener una vigilancia especial que contemple la formación del ciudadano”, advirtió Régulo Pachano, presidente del Centro de Arte Lía Bermúdez, quien se apersonó en el lugar del robo de las puertas de la vieja Onidex. 
"Yo notifiqué a las autoridades del Gobierno regional y de inmediato se presentaron las patrullas, pero ya el mal estaba hecho", apuntó Pachano.
Más reciente que ese robo de las placas de Baralt, vecinos del sector La Lago reportaron el 30 de agosto  que arrancaron  las cuatro placas de bronce del parque la Marina, piezas que a través  de la técnica artística del relieve narraban la Batalla Naval del Lago del 24 de julio de 1823. La misma noche se llevaron todo el cableado eléctrico de la plaza y parte de las baldosas de mármol que estaban alrededor de las placas.


Es de destacar que el Instituto del Patrimonio Cultural, IPC, registra al Parque La Marina,  como bien de interés cultural en su Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004 – 2010.
El cuarto robo patrimonial  importante de bronce fue el 22 de febrero de 2017 se una campana de más de 200 años de antigüedad del Centro Histórico de Los Puertos de Altagracia.
“La campana de bronce data de 1812 y estaba ubicada al costado de la fachada del Centro Histórico. Don Manuel Belloso, rescató la campana cuando se abrió el museo”, detalló Inés Uban de Guillén, encargada de la institución.

Baralt se muestra sin dos de sus placas.

Según algunos portales web de comercio, el kilo de bronce se vende en  Colombia a Bs. 30 mil,  por lo que la campana que pesa 150 kilos costaría unos 4, 5 millones de bolívares, sin estimar lo que podría costar la puerta de la vieja Onidex, que los comerciantes aseguran era “súper pesada”.
Pero al día siguiente del robo, la campana  fue despedazada en el sector San Críspulo del municipio Miranda.
Fuentes del Cpbez informaron que “por la presión policial los hampones dejaron abandonadas 36 piezas de bronce pertenecientes a la campana robada”. Nunca hubo detenidos por el hecho.
El General Francisco de Miranda quedó indefenso sin su espada.
A los robos de este año se suman los de principios de año, como el del busto de la pequeña plaza ubicada frente al hospital Central en honor al doctor Francisco Eugenio Bustamante. Y a pocos metros de allí, en la nueva plaza, en el área de consulta externa, dejaron a la estatua de Miranda sin su espada, y al lado del centro de salud dejaron sin busto de mármol el pedestal de Antonio José de Sucre, en la plaza que  lleva el mismo nombre.
En el parque Rafael Urdaneta, situado en la avenida Padilla, también cercano a la zona, dejaron sin espada a las estatuas ecuestres en hierro elaboradas en honor a este insigne zuliano.
En la avenida La Limpia, a la altura del distribuidor Juan Pablo II, se levantó un busto para rendirle tributo. La placa con las escrituras también fue robada en enero, junto con las cadenas que resguardaban el espacio.
En el distribuidor Juan Pablo Segundo de la avenida La Limpia robaron la placa y las cadenas
Lo último ocurrió en el liceo Udón Pérez,  avenida Santa Rita, donde dejaron la plaza central sin la enorme estatua del poeta zuliano escritor del Himno del Zulia. Fue cortado en partes y fundido. 
Además el  31 de diciembre, 10 delincuentes robaron 452 lápidas de bronce en el cementerio Jardines La Chinita. En total, son 464 piezas públicas de bronce y otras aleaciones robadas en el Zulia duarante nueve saqueos. 
Frente a esta situación, en noviembre del 2016, el gobernador, Francisco Arias Cárdenas, se comprometió a que iba a formular un decreto para  el cierre de fundidoras de material metálico ante el constante robo del cableado. “El robo de cableado público se está haciendo cada vez más constante, por ello acordamos decisiones que son trascendentes, el ministro  Néstor Reverol nos planteó la necesidad de cerrar todas las fundidoras de material metálico y  vamos a asumir esa instrucción, con un decreto que va a ser publicado en los próximos días”.
En esa oportunidad, explicó que posterior al cierre de las chatarreras, los propietarios de este tipo de negocios que demuestren no estar ligados en esta actividad delictiva serán autorizados por las autoridades correspondientes para que continúen trabajando.
Sobre la problemática se trató de contactar a Gustavo Pérez, presidente del CRU, instancia adscrita a la Gobernación del Zulia, encargada de la recuperación de muchas de estas plazas e inmuebles patrimoniales, sin lograr que respondiera. 
Anabelí Vera, arquitecta y profesora de LUZ, analiza que el rescate de los espacios públicos resulta insuficiente sin un plan articulado de vigilancia y formación ciudadana.
“Los poderes públicos y fuerzas vivas de la región deben unificar criterios para darle un uso mixto y de revitalización a esos espacios públicos que guardan la memoria histórica de nuestros pueblos”.

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