jueves, 6 de diciembre de 2018

El Niño Jesús reta a la crisis con juguetes artesanales


Andrea Salas
Miguel Romero
“Mi hija quiere que el Niño Jesús le traiga una cocina grande. Pregunté en varios lugares, pero el dinero no me alcanzaba para nada. Como sé de carpintería, se me ocurrió hacerla yo mismo. Puse manos a la obra y  empecé a armarla desde hace 15 días”. 
De esta manera, Pedro Rodríguez le dio la vuelta a la crisis y demuestra que, aunque implique también un gran esfuerzo, es misión de los padres atesorar la ilusión de los más pequeños que cuentan los días para la Nochebuena. 
Por la tabla  completa pagó 2 mil 500 bolívares soberanos y por las pinturas BsS 1.600. En el mercado, este juguete de plástico ronda los BsS 20 mil, un monto inalcanzable para la mayoría, tomando en cuenta que el sueldo mínimo recién anunciado por el Gobierno es de BsS 4 mil 500. 
Hasta un microondas tendrá el súper regalo de Giannella, su niña de 4 años, quien hace unos meses escogió su modelo favorito. El amor con que Rodríguez avanza en su obra se nota a simple vista. “Me siento orgulloso de hacer esto por ella”, expresó. 
Con la misma pasión, la familia de Thebsil Hurtado inventó su propia ‘fábrica’. En el ‘horno’ ya están los carritos de madera para los seis varones y las muñecas de trapo para las cuatro niñas de la casa.
“Tengo muchos sobrinos y cada uno tenía que recibir su obsequio. Entonces, decidimos aprovechar nuestros talentos para sorprenderlos; mi mamá sabe de costura y mi cuñado de carpintería, yo me encargo de maquillar y pintar”, contó. 
Y es que los juguetes artesanales son una opción que resultaría asequible para algunos. Por ejemplo, en una carpintería de Belloso, Alfredo Flores, a sus 83 años, ofrece los camiones de carga grandes en BsS 3 mil y las mecedoras infantiles en BsS 3 mil 500. 
“Tenemos que hacer como el agua: buscar el cauce para salir de los problemas. Estos tiempos son difíciles, pero ya tengo varios encargos. Lo importante es no perder la esperanza”, aconsejó. 
Sin embargo, esta tarea resulta muy cuesta arriba para muchos. Algunas jugueterías de la ciudad mantienen variedad de artículos, al igual que de precios. Por ejemplo, las pelotas resaltan entre los más económicos: oscilan entre BsS 270 y BsS 320. Seguidas de las cartas, valuadas en BsS 600. 
Las muñecas pequeñas van desde los BsS 2 mil 500 y pueden llegar a BsS 5 mil, como las imitaciones de Frozen o de Masha. Pero las grandes escalan a BsS 15 mil.  
Para los pequeños, los más buscados son los Vengadores, que se pueden conseguir en aproximadamente BsS 2 mil, y los Transformers (BsS 4 mil). Mientras que por los carritos medianos piden cerca de BsS 3 mil 500. 
Los más costosos son las patinetas (BsS 20 mil), las bicicletas (BsS 25 mil) y los patines (BsS 30 mil). 
En los locales del casco central, los vendedores aseguraron que “las ventas están muy flojas”, pues los clientes llegan solo a preguntar y se van.
Ebert Leal, habitante del barrio El Callao, dijo que en su familia prefirieron ganarle tiempo a la inflación: “Hace unas semanas, con mucho sacrificio, pudimos comprarles los regalos a todos mis nietos. Ahora sería imposible”. 
Hasta Maicao irá María Sánchez para buscar el detalle de su hija de 6 años. “Su papá vive en Colombia y lo comprará allá, me lo dejará en la frontera. Aquí sale mucho más costoso. Me tocará viajar, pero todo sea por verla feliz”. 
Entretanto, Adriana Velazco, desde San José, contó que espera que su esposo envíe la remesa del exterior para decidir qué comprar. “Apenas estoy viendo qué hay y cuánto cuesta. Mi niña quiere una cantidad de cosas que ahora no puedo darle porque no tengo nada”, lamentó. 
También hay quienes esperan por los 15 millones de juguetes que el Ejecutivo nacional prometió entregar a través de los Clap. “Ojalá lleguen esos regalos para los niños porque no contamos con recursos para pagarlos por nuestra cuenta”, expresó María Piña. 

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