La Fiscalía considera que ha dado un golpe importante a una red que explotaba sexualmente a niñas y jóvenes que reclutaba en centros comerciales del país. Sin embargo, hasta ahora no ha dado a conocer los nombres de los clientes ni se habla sobre los castigos para estas personas.
ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: 01 DE SEPTIEMBRE DE 2014 09:27 | POR CARMEN RODRÍGUEZ
Mientras la Fiscalía sigue guardando con recelo las identidades de los clientes a los que la red de prostitución infantil entregaba a niños, niñas y adolescentes en calidad de mercancía, uno de los señalados como miembro de la red dijo en su defensa que trabaja con un partido político proporcionándoles edecanes para eventos proselitistas.
Sin embargo, entre los pocos detalles que son públicos, la Fiscalía asegura que las personas detenidas en noviembre de 2013 y la semana pasada se dedicaban a explotar sexualmente a los menores que edad que reclutaban en centros comerciales o en las redes sociales haciéndoles creer que las convertirían en modelos.
Aunque la Fiscalía asegura que los detenidos la semana pasada son parte de la misma red que fue desbaratada en noviembre del año pasado, el proceso judicial se instaló en dos juzgados diferentes y para ambos procesos la entidad solicitó la reserva total del caso bajo el argumento de proteger la identidad de las víctimas ya que todas son menores de edad.
Los fiscales del caso dijeron que esta red de trata de personas ofrecía a sus víctimas en una página de Facebook y de acuerdo a fuentes fiscales, la investigación inició el año pasado cuando una de las víctimas de la supuesta red puso una denuncia en la que reveló algunos nombres de los clientes, entre los que figuran presentadores de televisión, diputados y un alcalde.
Según la investigación del Ministerio Público, algunas de las personas que fueron prostituidas se convirtieron después en miembros de la red y ayudaban a reclutar a las nuevas víctimas en centros comerciales o mediante las redes sociales.
Centros comerciales, el nicho
A principios del año pasado, la Policía identifico a un grupo de personas en varios centros comerciales de prestigio de San Salvador que se dedicaban a "captar" jóvenes con cierto perfil. Según detallo la secretaria del Consejo Nacional Contra la Trata de Personas, Fátima Ortiz, la fachada de estos grupos era ofrecer trabajos fáciles o de modelaje a sus víctimas.
La investigación de las autoridades reveló que otro grupo de víctimas era contactada en las redes sociales y citadas a estos mismo centros comerciales para ofrecerles empleos. Para ser más convincentes, estas personas ofrecían teléfonos celulares, ropa de marcas o becas para estudiar modelaje a sus víctimas.
Por su parte, la jefe de la Unidad de Trata de Personas, Esmirna de Calles, dijo que las víctimas de esta red en su mayoría eran jóvenes con problemas económicos con edades de entre los 13 y 17 años.
Según la investigación, la red ya tenía establecida un grupo de clientes exclusivos y poco a poco fue ampliando el catálogo de jóvenes que eran ofrecidos en páginas de Facebook o por teléfono. Los clientes frecuentes y clasificados como VIP llamaban por teléfono como quien llama para pedir una pizza.
Una vez pactada la transacción los jóvenes eran entregados a los clientes en los mismos centros comerciales donde eran reclutados. Luego, el cliente los llevaba a sus residencias o algunos moteles para someterlas a los abusos y finalmente los entregaba a los tratantes en el mismo centro comercial.
Los abusos
Según las autoridades, los jóvenes o niños eran vendidos entre $90 y $150. Pero la virginidad de algunos de las víctimas llegó a ser vendida hasta en $300 y debido a que esta era bien cotizada por los clientes VIP. Algunas de las niñas eran sometidas a ciertas prácticas para hacerlas pasar como vírgenes.
Entre los detenidos en noviembre del año pasado, se encuentra Manuel Antonio Ángel Orellana, conocido como el profesor ”Angelito". Según la Fiscalía, este sujeto empezó como cliente frecuente de la red y se convirtió en un miembro importante.
Orellana, después, era quien se encargaba de "probar a las víctimas" y ensenarles como debían realizar los servicios sexuales una vez fueran entregadas a los clientes especiales. Según dijo una de las victimas Orellana les obligaba a llamarlo "profesor Angelito".
Según se detalló luego de las últimas detenciones realizadas la semana pasada, las victimas recibían entre $10 y $15 por cada servicio sexual que realizaban; otras en cambio no recibían nada.
De momento el grupo de personas detenidas en noviembre de 2013 espera que se realice la audiencia preliminar en la que el juez del 9o. de Instrucción, que analiza el caso, determine la realización o no de un juicio.
Por su parte, el juez del 2o. de Paz, quien recibió el requerimiento contra los últimos detenidos programó la audiencia inicial para la próxima semana.
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