domingo, 23 de diciembre de 2018

Presidente cubano asegura que trabajadores privados "no son enemigos de la revolución"


AFP
Agencias
El presidente de Cuba Miguel Díaz-Canel aseguró este sábado que los trabajadores privados "no son enemigos de la revolución".
"Los trabajadores por cuenta propia no son enemigos de la revolución, son resultado del proceso de actualización del modelo económico", dijo Díaz-Canel al referirse a recientes reglamentaciones oficiales sobre el trabajo por cuenta propia, que entraron en vigor el pasado 7 de diciembre y que provocaron quejas y disguto.
Al clausurar la sesión parlamentaria anual, donde se envauló la marcha de la economía, subrayó que "no existe intención alguna de evitar (que los trabajadores privados) puedan prosperar, pero su funcionamiento tiene que ser dentro de la legalidad".
Más de medio millón de personas ejerce la actividad económica privada, en una población ocupada de cinco millones de personas. 
"Sabemos que existen intentos para convertir al sector no estatal en un enemigo del proceso revolucionario, pero no lograrán desunirnos", afirmó.
Admitió que "para su adecuado ejercios(de los privados) nos corresponde crear condiciones para el cumpliento de las nuevas normas y aporten al real ordenamiento de la actividad".
El trabajo privado creció dentro del proceso de reformas iniciado en 2008 por el entonces presidente Raúl Castro, que  encabeza actualmente el gobernante Partido Comunista (PCC, único).
"Contamos con la mayor parte de ellos para impulsar y dinamizar la economía" y "hay que borrar de algunas mentes los prejuicios a su labor que nos hacen tanto daño", añadió el gobernante cubano. 
Asimismo, anunció que en el primer trimestre de 2019, será convocada una sesión extraordinaria del Parlamento para analizar el desarrollo de la reformas, conocidas oficialmente como "lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución".
En su discurso, Díaz-Canel también se refirió al polémico decreto 349, que regula la comercialización y difusión de los productos culturales y que provocó fuertes reacciones en las redes sociales de algunos artistas, que lo consideran un "decreto mordaza".
"Puedo asegurar que dicho decreto tiene un sólo objetivo: proteger la cultura nacional de los falsos artistas, del intrusismo profesional y de la pseudocultura generadora de antivalores", enfatizó.
No obstante, criticó que ese "decreto, por su importancia, debió ser más discutido y explicado", antes de su aprobación en julio, razón por la que convocó a artistas e intelectuales cubanos, con "una obra probada y comprometida", a "hacer ahora lo que debimos hacer antes

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