TRES TIPOS DE CASAS A LAS CUALES SOMOS LLAMADOS A EDIFICAR
Casa #1. Mi Propia Vida
Somos templo y morada del Espíritu Santo
1 Corintios 3:16-17 (Nueva Versión Internacional) ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, él mismo será destruido por Dios; porque el templo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo
Debemos cuidar nuestro cuerpo, mantenerlo en Santidad y Pureza
1 Corintios 6:19-20 (Nueva Versión Internacional) ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.
Dios quiere que guardemos todo nuestro ser de forma irreprensible e intachable
1 Tesalonicenses 3:12-13 (Traducción Lenguaje Actual) Que los fortalezca interiormente para que, cuando nuestro Señor Jesús venga con todos sus santos, la santidad de ustedes sea intachable delante de nuestro Dios y Padre. En nosotros esta el amor, esta el gozo, esta la paz y la templanza, así como todos los dones del Espíritu Santo y es el quien los activa de acuerdo a como sea necesario con el fin de fortalecernos y darnos crecimiento.
Casa #2. Mi Familia
Mi casa y Yo serviremos a Jehová
Josué 24:15 (Reina Valera 1960)Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.
Si amamos a Dios y guardamos su palabra el Padre nos amara y haremos morada con el
Juan 14:23 (Reina Valera 1960) Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
Los hombres somos llamados a gobernar bien nuestra casa; pero no infundiendo miedo sino generando respeto
1 Timoteo 3:4 (Nueva Versión Internacional) Debe gobernar bien su casa y hacer que sus hijos le obedezcan con el debido respeto.
El hombre que no provee a su casa es peor que el incrédulo
1 Timoteo 5:8 (Nueva Versión Internacional) El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.
Casa #3. La Casa Grande
Tu y Yo somos la casa de Dios; debemos mantenernos limpios, santificados, para llegar a ser vasos nobles y útiles para el Señor
2 Timoteo 2:20 (Nueva Versión Internacional) En una casa grande no sólo hay vasos de oro y de plata sino también de madera y de barro, unos para los usos más nobles y otros para los usos más bajos. Si alguien se mantiene limpio, llegará a ser un vaso noble, santificado, útil para el Señor y preparado para toda obra buena.
El Juicio comienza por la familia de Dios, somos llamados a practicar el bien
1 Pedro 4:17 (Nueva Versión Internacional) Porque es tiempo de que el juicio comience por la familia de Dios; y si comienza por nosotros, ¡cuál no será el fin de los que se rebelan contra el evangelio de Dios! Si el justo a duras penas se salva, ¿qué será del impío y del pecador? Así pues, los que sufren según la voluntad de Dios, entréguense a su fiel Creador y sigan practicando el bien.
Debemos Edificar la casa
Salmos 127:1 (Reina Valera 1960) Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia.
Somos Piedras Vivas con las cuales se esta edificando una casa espiritual
1 Pedro 2:5-6 (Nueva Versión Internacional) también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo. Así dice la Escritura: Miren que pongo en Sión una piedra principal escogida y preciosa, y el que confíe en ella no será jamás defraudado.
Bendiciones
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