
La demanda fue presentada en la ciudad de Lageado, Rio Grande do Sul, ante la juez Carmen Luiza Rosa Constante Barghouti de la Novena Cámara Civil del Tribunal de Justicia (TJ-RS).
Según la pareja, la iglesia desafió al empresario y a su compañera a hacer donaciones superiores a sus capacidades.
Al entrar en el proceso, la pareja dijo que estaban en problemas financieros y llegaron a la iglesia creyendo que éstos serían resueltos. El pastor comenzó a enseñarles que debían dar donaciones altas y que a cambio Jesús le daría más dinero.
Con esta promesa, el empresario comenzó a entregar joyas, electrodomésticos, teléfonos móviles y hasta vendió el Automóvil para entregar el valor como ofrenda. Por esta razón, el juez dictaminó que la IURD, debe pagar una indemnización 20.000 reales y que restituya los celulares, la máquina de fax, dos aires acondicionados y una impresora al demandante.
Para apelar la decisión del tribunal, los abogados de la Iglesia Universal, argumentan que los pastores no restringen a sus miembros entregar el diezmo o dar ofrendas y no hay evidencias de que la pareja estuviesen sin capacidad de discernimiento durante el tiempo que asistieron a la iglesia.
Algunos testigos fueron escuchados, entre ellos el pastor de la iglesia, quien confirmó que la pareja frecuentaron la iglesia y después de contar los problemas financieros dieron testimonio que a través de votos consiguieron cerrar un buen contrato.
Unos miembros de la IURD, fueron llamados como testigos y explicaron cómo se hizo la ofrenda, según ellos recibieron una carta basada en un pasaje de la Biblia que muestra las promesas de bendiciones y las penalidades por no cumplir lo que prometió.
La juez de primera instancia, sostuvo que hubo coacción moral y psicológica, que hicieron que los demandantes y OTROS MIEMBROS SEAN DESAFIADOS A DAR LAS OFRENDAS BAJO AMENAZAS DE NO SER BENDECIDOS.