Redacción sucesos
Alberto Briceño
Dos meses y 4 días después del arresto del cura pedófilo la justicia vuelve a pronunciarse ante el repudiado hecho: el Ministerio Público anuncia que un juzgado ordenó el enjuiciamiento del fray Iván Merino Padial (35).
Una vez presentados los medios de prueba, el Tribunal de Control de violencia contra la mujer admitió la acusación y ordenó el enjuiciamiento del hombre, quien se mantiene privado de libertad en un centro de coordinación policial del organismo de seguridad en la capital zuliana.
El pasado 24 de noviembre, este religioso de la orden de los Agustinos Recoletos fue detenido en flagrancia por efectivos del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (Cpbez) porque estaba dentro de su carro, un Wolsksvagen, practicando actos lascivos a una niña de 12 años.
Según la policía, para el momento de la aprehensión, la menor fue encontrada sin parte de su vestimenta. La menor, dijo la Fiscalía en noviembre, manifestó que el hombre abusaba de ella desde hacía tres años; en consecuencia, los policías detuvieron a Merino, quien era el párroco de la iglesia María Inmaculada de El Naranjal, y lo pusieron a la orden del Ministerio Público.
El caso impactó a la colectividad zuliana, que rechazó el desparpajo con el que Merino declaró: "Nos encariñamos y una cosa llevó a la otra", según consta Iván Merino Padial en un video que se viralizó.
Tras estallar el escándalo, su hermano, el abogado José Merino, expresó que esa declaración había sido bajo asedio. Las fotos del fraile y la niña también se hicieron virales.
Las redes sociales se colmaron de comentarios de repudio en contra del fraile, pues aseguran que era un delito que se venía cometiendo desde hace mucho tiempo y "nadie decía nada". Varias personas de la urbanización manifestaron, bajo anonimato, que Merino luego de finalizar la misa que ofrecía todos los domingos en la iglesia María Inmaculada, se dirigía a la casa de la niña y allí pasaba el resto del día. Muchos señalan que por las noches la llevaba a comer y también a comprar ropa. "Siempre regresaba con comida y ropa nueva", aseguraron los vecinos cercanos al templo sagrado.
En 2015, el religioso llegó de España, en donde laboró en el colegio Santo Tomás de Villanueva, perteneciente a la orden de los Agustinos Recoletos. Allí impartió la cátedra de religión.
Esta institución, luego de conocer la noticia, difundió entre los padres un comunicado en el que pidió "perdón", reprobó y condenó la "conducta impropia" de Merino Padial. En ese colegio laboró cuatro años impartiendo clases y 'jamás levantó sospechas", dijeron.
La Arquidiócesis de Maracaibo manifestó hace más de 2 meses que la Iglesia llora con amargura estos acontecimientos.
"Manifestamos nuestra firme y contundente condena por estos hechos y toda forma de abuso sexual, especialmente si este abuso es cometido por un sacerdote", agregó monseñor Angel Caraballo. Además, ofreció disculpas a los familiares de la víctima y a la comunidad católica del Zulia.
"La Conferencia Episcopal debería pronunciarse en relación con este caso". Lisandro Cabello Secretario de gobierno del Zulia.
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