Reuters
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Los legisladores británicos instruyeron el martes a la primera ministra Theresa May que exija que Bruselas reemplace el acuerdo fronterizo irlandés, en un último intento por renegociar un tratado de salida que la Unión Europea dice que no cambiará.
La enmienda, presentada por el influyente legislador conservador Graham Brady, fue aprobada por 317 votos contra 301, y está destinada a fortalecer la posición de May cuando regrese a Bruselas para intentar una renegociación de los términos, algo que la UE volvió a descartar a pocos minutos de la votación.
A falta de dos meses exactos para que Reino Unido salga de la UE el 29 de marzo, aún no hay acuerdo en Londres sobre cómo -e incluso si- se abandona el bloque comercial más grande del mundo.
“Esta noche, la mayoría de los miembros ha dicho que apoyarían un acuerdo con cambios”, dijo May dos semanas después de que su acuerdo de salida fuera rechazado.
“Ahora está claro que hay una ruta que puede asegurar una mayoría sustancial y sostenible en la cámara para abandonar la UE con un acuerdo”, destacó May, quien agregó que buscará “cambios legalmente vinculantes”.
No obstante, Bruselas ha dicho en repetidas ocasiones que no quiere reabrir el tratado, que ya fue rubricado por los otros 27 líderes de la UE, y que debe haber una “salvaguarda”, es decir, una garantía de que no se vuelve a una frontera dura entre Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte.
Un portavoz del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien habló inmediatamente después de la votación en el Parlamento británico, dijo que la cláusula fronteriza es parte del acuerdo de salida y no es negociable.
Los legisladores rechazaron dos enmiendas que establecen un camino para que el Parlamento evite una salida sin acuerdo si May no puede alcanzar un pacto aprobado en febrero. Sin embargo, más tarde aprobaron una propuesta simbólica en la que se pide al gobierno que detenga una salida sin acuerdos potencialmente desordenada.
La llamada enmienda Spelman, aprobada por 318 votos contra 310, “rechaza que Reino Unido abandone la Unión Europea sin un Acuerdo de Retiro y un Marco para la Relación Futura”.
Esta situación envía una señal de que el Parlamento en su totalidad se opone a dejar a la UE sin un acuerdo negociado, lo que ocurrirá por defecto el 29 de marzo si no se alcanza una alternativa, pero no obliga al gobierno a evitar tal salida ni a proporcionar un mecanismo para hacerlo.
A no ser que los legisladores acuerden una manera de seguir adelante o que la UE acuerde ampliar el periodo de negociaciones, Reino Unido dirá adiós al bloque sin acuerdo, un escenario que los empresarios temen que traerá el caos a la quinta mayor economía mundial.
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