viernes, 21 de junio de 2013

¿Cómo sería la situación alimentaria y nutricional en Venezuela si aún mandara la derecha?

Según FAO, en la cuarta república Venezuela padeció Inseguridad Alimentaria Crítica


Cuando algo extraordinario se convierte en cotidiano y perdura en el tiempo, se tiende a cometer la equivocación de restarle el debido valor. Es muy probable que en lo relacionado con la alimentación en nuestro país, se pueda incurrir en este error.
El pasado domingo el primer presidente chavista de Venezuela, Nicolás Maduro, recibió en nombre del pueblo venezolano y en memoria de nuestro Comandante Supremo, Hugo Chávez, el reconocimiento por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), por la reducción del hambre a más de la mitad en nuestro país, 7 años antes de la meta del milenio.
Esto no es poca cosa, dicho reconocimiento ni siquiera era imaginable en las últimas dos décadas de la cuarta república con sus gobiernos burgueses y políticas neoliberales.
Entre 1980 y 1998 los alimentos disponibles en nuestro país disminuyeron en un 12%. Las venezolanas y los venezolanos sólo podían tener acceso, entre los pocos que de verdad lo tenían, a 2140 calorías mientras los estándares internacionales estiman que el requerimiento mínimo diario por persona es de 2300 calorías para el desarrollo de las actividades cotidianas.
Esta diferencia de calorías pone en evidencia que durante los últimos 20 años del bipartidismo, en Venezuela faltaron miles de toneladas de alimentos para satisfacer las necesidades nutricionales de la población. La FAO, muy lejos de felicitar a nuestro país, declaró que Venezuela padecía de Inseguridad Alimentaria Crítica.
Si el Comandante Chávez no hubiera llegado en 1998 a cambiar la historia de nuestra Patria y de continuar las políticas neoliberales y excluyentes de la derecha, en el 2012 la población sólo hubiera contado con 1911 calorías para su día, algo totalmente incompatible con un desarrollo adecuado de la persona.
La desnutrición es la principal huella del hambre, una huella impresa con gran fuerza por la mercantilización que hacen los burgueses de los alimentos cuando tienen el control político y económico. Para el año 1982, de los 6,14 millones de niños y niñas menores de 15 años, más de 1,23 millones estaban desnutridos, es decir, un 20% del total de esos infantes. Esta situación condenaba el futuro de la patria al causar estragos en el desarrollo físico y mental de nuestra infancia.
Además, las políticas neoliberales fueron políticas de muerte. Entre 1989 y 1998, 4301 niños y niñas venezolanos menores de 1 año fallecieron por causa de la desnutrición y peor aún, estas muertes aumentaban cada año a un promedio de 19%. Tristemente, para 1996 los decesos infantiles por causa de la desnutrición alcanzaron la tasa de 117 muertes, la más alta de las últimas tres décadas.
Si la derecha, la burguesía, los neoliberales no hubieran perdido el poder político a manos del pueblo y del Comandante Supremo, hoy más de 13 de millones de venezolanas y venezolanos estuvieran sufriendo por hambre.
La llegada del Comandante Chávez y del Gobierno Bolivariano permitió, para el año 2012, sacar de la desnutrición infantil a 886 mil niños y niñas anualmente, 187 al día. Hasta el año pasado, las políticas socialistas salvaron de la mortalidad a 12 niñas y niños al mes y 1 cada 3 días. Aunado a lo anterior, en 14 años de revolución más de 4,4 millones de personas dejaron atrás el hambre.
No pueden tapar el sol con un dedo y los datos hasta son validados por la comunidad mundial. Vivimos lo extraordinario cada día y no podemos olvidar el inmenso esfuerzo del Gobierno Bolivariano junto al Poder Popular y a la FANB para que hoy 97,3% de la población consuma diariamente proteínas de origen animal (carnes rojas, pollo y pescado); que el 98% de nuestros niños y niñas tomen leche todos los días. Debemos reconocer y valorar con orgullo que 96,2% de las venezolanas y los venezolanos comamos más de 3 veces al día y que tengamos una disponibilidad de alimentos de 3290 calorías por persona por día, un aumento de 50% comparado con los indicadores en la cuarta república.
Nuestro pueblo come hoy más y mejor, tiene acceso a los alimentos de calidad como nunca antes en la historia de nuestro país y como pocos países en el mundo. Tenemos la red pública de distribución de alimentos más grande del planeta con subsidios que rondan el 80%.
Sólo en Revolución, gracias al eterno Comandante Chávez, lo extraordinario es cotidiano, y avanzaremos aún más de la mano del presidente Nicolás Maduro por senderos de victoria y dignidad hacia la consolidación de una Venezuela Bolivariana y Socialista, plenamente independiente, libre y próspera.

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