El maestro dejó para la posteridad 300 piezas musicales de su autoría y cerca de 180 grabaciones en LP, 78 rpm y CD

El 2 de mayo de este año dejó de existir el maestro del arpa y cultor de la música venezolana Juan Vicente Torrealba, a la edad de 102 años, en la ciudad de Caracas, la misma que lo vio nacer. Su muerte representa un duro golpe para nuestra historia musical, pero su legado se mantendrá en el tiempo cultivado en la memoria de los sucesores.
Mucho es lo que puede decirse del maestro Torrealba como que Fue el tercer hijo del matrimonio del señor Santana Torrealba Silva y doña María Esperanza Pérez y nació en la esquina de Rosario en Caracas, para ese entonces, una zona rodeada de haciendas en las inmediaciones del Nuevo Circo . Su niñez y adolescencia transcurrieron en el hato de su familia llamado Banco Largo, cercano a la población de Camaguán estado Guárico. Allí desempeñó diversas labores propias de los obreros de la hacienda y, debido a la falta de tiempo, nunca pudo terminar formalmente la educación primaria.
Como anécdota de su adolescencia, cabe destacar que conoció y conversó varias veces con el mismísimo Juan Vicente Gómez. Fue durante este período cuando nacieron sus inquietudes musicales y aprendió a tocar la guitarra, además de recibir algunas nociones básicas de arpa. A los 18 años de edad, realizó su primera presentación como guitarrista en el pueblo La Unión (estado Barinas) tocando la melodía Cuidadito Compay Gallo del compositor cubano Ñico Saquito.
Predestinado para el arpa
Ya con 31 años y buscando otros horizontes, Juan Vicente Torrealba regresó a Caracas en 1948 y, a pesar de que solo sabía leer y escribir por haber acudido a la escuela hasta el quinto grado de educación primaria, se empleó como fiscal de una empresa láctea.
Sin embargo su vena musical palpitaba, y comenzó a presentarse en la emisora estatal Radio Nacional de Venezuela como ejecutante de guitarra, tocando música venezolana, y allí conoció a la relacionista pública de la emisora, la compositora y concertista de piano María Luisa Escobar. Ella aconsejó al «Profesor Torrealba», como solía llamarlo, para que diera a conocer su música. Para ello, le regaló un disco maestro en blanco de 12 pulgadas, de los que solían usar las emisoras de radio en esa época para grabar programas o discos comerciales, y dio la orden para que en la noche de ese día, el estudio de la estación fuese habilitado para que el joven Torrealba realizara su primera sesión de grabación. Convocó entonces a su hijo Santana Torrealba León, de 7 años y a su hermano Arturo Torrealba Pérez para tocar las maracas y el cuatro respectivamente. Al concluir las grabaciones, Torrealba escuchó repetidamente el disco terminado en su residencia, hasta horas de la madrugada. Este hecho fue lo que detonó la creación del conjunto musical del intérprete denominado “Los Torrealberos” ya que estaba formado principalmente por miembros de la familia Torrealba.
Una vez escuchado el material grabado por el maestro y en vista del resultado, María Luisa Escobar aconsejó a Torrealba sustituir la guitarra por el arpa, decisión que se afianzó luego de escuchar al concertista de guitarra venezolano Rodrigo Riera. Hizo traer del hato Banco Largo un arpa y empezó a practicar los conocimientos que ya tenía, y según sus palabras, aprendió en un período de dos semanas, mientras continuaba su labor musical, ya que había conseguido un contrato con la emisora privada Radio Caracas Radio, para presentar su propio programa llamado Llano adentro con Los Torrealberos. Más tarde, crearía su propia empresa de producción discográfica denominada Discos Banco Largo, que tendría existencia hasta el inicio de la década de 1970, con el fin de proteger sus derechos como intérprete y compositor.
El maestro Torrealba llegó convertirse en referente obligado de la música venezolana, con una trayectoria musical de casi 80 años. Dejó para la posteridad más de 300 composiciones, y fue acreedor de múltiples premios nacionales e internacionales que contribuyeron a enaltecer el nombre de Venezuela.
Entre los hitos que dejó la carrera de Juan Vicente Torrealba destaca que su pieza más famosa, “Concierto en la llanura”, la cual es un requisito para obtener la licenciatura en arpa en México y en Paraguay.
Entre los hitos que dejó la carrera de Juan Vicente Torrealba destaca que su pieza más famosa, “Concierto en la llanura”, la cual es un requisito para obtener la licenciatura en arpa en México y en Paraguay.
Otras de sus composiciones emblemáticas son La potra Zaina, Solo con las estrellas, Muchacha de ojazos negros, Rosario, Estero de Camaguán, Sabaneando y Sol llanero.
El maestro, además de escribir sus piezas musicales, grabó un aproximado de 130 discos en LP y grabaciones en 78 rpm. También recibió más de 45 condecoraciones, entre ellas la Orden del Libertador en su Primera Clase, la réplica de la espada de Simón Bolívar y en 2015 el Consejo Directivo de la Academia Latina de la Grabación le entregó el Grammy Latino. Este último no pudo recibirlo en Las Vegas en 2014 como estaba previsto, así que los organizadores enviaron a Caracas el galardón y el arpista lo recibió en una actividad en el hotel Altamira Village.
Su fallecimiento el 2 de mayo de 2019, dio lugar al nacimiento de la leyenda que será este gran artista, este baluarte.

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