Xinhua
Instagram: @jardinbotanicodebogota
El dramático descenso en la población de abejas en el mundo motivó al Jardín Botánico de Bogotá a implementar una curiosa estrategia que consistió en construir un hotel exclusivo para estos insectos.
La labor, según los líderes de la iniciativa, consistió en diseñar y poner en funcionamiento alojamientos para abejas solitarias en los que ellas pueden hacer sus nidos, dejar sus huevos, protegerse del frío, pasar la noche e incluso largas temporadas tras su ardua labor de polinización.
Elaborados con madera, tallos de médula blanda y pitillos de plástico o papel, estas particulares estructuras, de las que el Jardín Botánico ha activado tres, sirven tanto de hospedaje para las abejas como de centro de investigación sobre éste y otros insectos que llegan a alojarse o a interactuar entre ellos.
En entrevista con Xinhua, Ángela Rodríguez, subdirectora científica del Jardín Botánico de Bogotá, explicó cómo surgió la idea de la construcción de un hotel para abejas en la capital colombiana que se espera sea replicada en muchos lugares del planeta.
"Surge a partir de qué es lo que hay, qué abejas construyen nidos, qué materiales les gusta, cómo es su comportamiento, qué cuidados hay que tener y la idea es poder consolidar toda esta información para darla al público. Es importante no solamente la construcción, conocer un poco de la biología del insecto que se quiere propagar sino también propiciar un espacio dónde tengan suficiente alimento, humedad y radiación solar", dijo.
Durante un año de funcionamiento de los hoteles, se han registrado la presencia de tres especies de abejas de las cuales 40 se han catalogado en Bogotá y en sus alrededores.
Este fomento de la nidificación de abejas ha permitido propagar las especies solitarias Collettes y la Megachile Amparo, que han completado 85 nidos activos en una de las estructuras.
Cada agujero es una especie de habitación a la que llegan las abejas apareadas y con capacidad para poner huevos. Allí son depositados los huevos junto con alimento y cada agujero es sellado para protegerlos de parásitos, aves y de la intemperie.
Después de un tiempo de descanso las abejas retornan su camino de polinización y colonización de otros lugares y en poco tiempo los huevos se desarrollan para reiniciar el ciclo de existencia de los que son considerados los insectos más importantes de la naturaleza.
"Se estima que hay alrededor de unas 20 mil especies de abejas en el mundo, en Colombia también se estima, porque esas cifras no pueden darse con absoluta certeza, todos los días se descubren nuevas especies, alrededor de unas mil pueden estar acá en Colombia, reportadas hay entre 600 y 700", señaló Rodríguez.
El objetivo del Jardín Botánico es que otras entidades e incluso ciudadanos del común repliquen este tipo de construcciones para promover no sólo la protección de las abejas sino la educación de su importancia en todos los ecosistemas del mundo.
"El papel fundamental para la producción de frutos y semillas, no sólo para el interés de los humanos sino para conservar nuestras coberturas vegetales, es la polinización. Si no hay polinización, sea por abejas o por el polinizador que sea, no hay producción de frutos ni hay semillas que renueven los ecosistemas", recordó.
Cerca del 75% de los cultivos del mundo dependen de la polinización y de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las abejas silvestres son un importante elemento para la polinización, un indicador de la salud del medioambiente y, a su vez un reflejo de la diversidad biológica.
"Obviamente cualquier esfuerzo por conservar la biodiversidad, cualquiera que sea su manifestación, es poca para todo lo que tenemos que hacer y cuidar. Es importante desde todos los sentidos, desde el científico hasta quienes divulgan la información, los tomadores de decisiones, todo lo que podamos enseñarle a los niños, estos procesos que tengan contacto con el mundo natural , todo vale y todo sirve", concluyó.
Se estima que alrededor del 35% de los polinizadores invertebrados, como las abejas, que polinizan hasta 170 mil especies de plantas, las mariposas y, por lo menos el 17% de los vertebrados, como los murciélagos, se encuentran en peligro de extinción.
De acuerdo con los especialistas la reducción en la población de los polinizadores se debe sobre todo al uso de pesticidas en los cultivos de alimentos y al incremento de los efectos del cambio climático en el planeta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario