Redacción Sucesos
Alberto Briceño
Entre lágrimas y susurros transcurre el velorio de Gladys María Sarmiento de Paredes, de 59 años, asesinada por su hijo la noche del domingo 23 de junio en su casa del barrio La Popular.
Tulio Paredes, esposo de la víctima, indicó a PANORAMA que Deivi Durán Sarmiento es el más pacífico de sus hermanos pero que “estaba sumido en una depresión muy profunda que no permitía que otros los ayudaran”.
Deivi Durán tiene 39 años y el domingo degolló a su madre.
El agresor tiene problemas psiquiátricos y Paredes dice que “nunca se los quiso tratar”.
“Siempre le decíamos que fuera a un médico, pero él se negaba”, añadió.
“El 50% de sus familiares y amigos no le permitió profundizar en su problema, por lo que se consumió en eso cada día. Todos nuestros intentos por activarlo eran evadidos por su parte y también era uno de los temas que más hablaba con su madre”, agregó.
Afirmó que Deivi manifestaba que veía cosas extrañas, como “reflejos”; decía que escuchaba voces o hablaba incoherenciasmientras mantenía conversaciones con otras personas.
Sin embargo, no tiene ningún reporte de que padezca alguna enfermedad psicológica. “Él no está medicado ni posee ningún tipo de informe médico con ninguna patología, (…), pero sí contaba con estos eventos desde hace mucho tiempo”.
Desde el momento de la tragedia hasta este martes 25-J, Paredes agrega que no ha tenido ningún tipo de roce o conversación con su hijastro.
Recordó que al verlo, el domingo, en la delegación del Cicpc, Deivi no le dirigió ni una sola palabra. “Él paso por mi lado pero ni me dirigió una mirada”.
“Yo maté a una mujer allí”, recordó Paredes que fueron las palabras que le dijo Deivi Durán Sarmiento, cuando regresó pasadas las 8:00 de la noche del domingo 23 de junio a su casa, ubicada en el barrio La Polar del municipio San Francisco.
Tulio Paredes fue a visitar a un familiar al que Gladys, por razones de salud, no lo quiso acompañar.
“Yo salí como a la 1:00 de la tarde con un nieto de 9 años y cuando llegué lo conseguí sentado como si nada hubiese pasado en el frente de la casa, atendiendo una mesita de chucherías que tenía Gladys”.
“Me dijo: ‘Yo maté a una mujer allí’, cuando traté de ingresar tenía la reja cerrada, la abrió y al entrar la busqué en los cuartos y no estaba. Fui al baño y conseguí a Gladys tirada en el piso con unos golpes y unas heridas en el cuello del lado izquierdo. Se ensañó con su madre”.
En medio de la oscuridad que reinaba en el sector, pues a esa hora se encontraba en el Plan de Administración de Carga, Paredes recordó que comenzó desesperado a gritar. Los vecinos al escuchar el escándalo se acercaron y quedaron atónitos por lo que había hecho Deivi, quien es vigilante en una unidad educativa, ubicada en la urbanización La Coromoto.
“Él decía que esa no era Gladys. Llamé a su padre biológico para que se lo llevara porque los vecinos lo querían linchar”, contó Paredes, mientras hacía las diligencias en la morgue de la Universidad del Zulia para retirar el cuerpo, acompañado de otros familiares.
Gladys María Sarmiento de Paredes tenía 59 años y era ama de casa. Deja cuatro hijos y seis nietos, cuatro de ellos son hijos de Deivi.
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