A medida que el «movimiento de cultura de la cancelación» continúa extendiéndose por todo EE.UU, los líderes religiosos están siendo atacados por el simple hecho de orar durante estos tiempos difíciles.
Sean Feucht, de Bethel Music, compartió varios mensajes en los medios sociales explicando cómo Twitter, Facebook e Instagram están censurando sus publicaciones que contienen vídeos de alabanza y adoración.
«Mientras que @Facebook @instagram @Twitter promueven el contenido de la violencia, los disturbios y la destrucción, están activamente CENSURANDO la adoración, la oración, la protesta pacífica y todo lo que vaya en contra de su narrativa que fomenta el miedo», dijo Feucht.
El líder de alabanza publicó otro mensaje de una captura de pantalla que incluía la advertencia, «Su historia va en contra de las directrices de nuestra comunidad», lo que llevó a la eliminación de su publicación que supuestamente contenía «información falsa y perjudicial».
Un usuario de Instagram intentó volver a compartir el vídeo de Feucht durante una protesta pacífica, pero fue bloqueado porque el contenido no se ajusta a su «comunidad diversa».
Feucht escribió, «¡Esto es a lo que hemos llegado en América! Instagram está ahora clasificando mis videos de WORSHIP como ‘información dañina o falsa’ ¿Libertad religiosa? ¿Libertad de expresión? ¿Censura de la gran tecnología?».
El centro de privacidad y seguridad de Instagram delinea sus intenciones de «fomentar una comunidad diversa», mientras continúa siendo «un auténtico y seguro lugar de inspiración y expresión».
La censura contra Feucht llamó la atención del senador estadounidense Josh Hawley, ex fiscal general de Missouri, quien tweeteó su apoyo al líder de culto.
«La cultura de la cancelación se encuentra con #BigTech. Ahora @instagram está censurando a un líder de culto cristiano que quiere publicar vídeos de alabanza y adoración de lugares donde ha habido recientemente disturbios. ¿Y eso no cumple con los «estándares de la comunidad»? No puedo esperar a escuchar la explicación de esto».
El papel de la fe y la religión en América sigue perdiendo terreno a medida que la batalla sobre lo que es ofensivo o justo se ve ensombrecida por aquellos que quieren silenciar los temas y voces bíblicas.
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