domingo, 24 de junio de 2018
Monte y culebra, comuna o nada
Federico Ruiz Tirado
24 junio, 2018
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Apenas reelecto para el período 2013-2019, Hugo Chávez, en un memorable Consejo de Ministros en octubre del 2012, intentando caracterizar la nueva etapa que debía cumplir la revolución, recordó los códices fundamentales del modelo del socialismo bolivariano y del nuevo tejido social que debía servir de armazón a la refundación de la república de un modo imperioso. Fue implacable e interpelativo en su reflexión y en el ejercicio de la autocrítica.
En esa oportunidad se refirió al plan de desarrollo del eje Tazón-Las Mayas-El Valle y lo hizo emblemático de su angustia: “No veo en él el núcleo estratégico que garantiza el Poder Popular: la comuna”, señaló. Chávez lo sabía muy bien, mejor que nadie: la dirigencia del gobierno, tan colmada de intereses fragmentados e intentando abrir puertas para cruzar otros pasadizos y alcanzar paraísos terrenales que aún nadaban en el modelo rentístico cuarta republicano, y siempre aparentando apego al ideario de Chávez, no veía –ni ve, creo- la importancia vital de las Comunas como vía de transición y quiebre con el pasado.
Ese día, Chávez dijo tantas verdades. Por ejemplo: “…La Comuna debe ser “ese espacio socialista que, como entidad local, sea definido por la integración de comunidades que se reconocen en el territorio que ocupan y en las actividades productivas que le sirven de sustento, y sobre el cual ejercen los principios de soberanía y participación protagónica como expresión del Poder Popular, en concordancia con un régimen de producción social y el modelo de desarrollo endógeno y sustentable, es competencia exclusiva del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social”.
Y lanzó su intención: «He pensado en eliminar el Ministerio de las Comunas, porque estamos cometiendo el error de creer que las comunas es sólo responsabilidad de este ministerio». Chávez reflexionó frente al país: “Dónde debía buscar las comunas, de dónde va a surgir la cultura comunal. ¿Será que seguiré clamando en el desierto por cosas como estas?
Hoy creo que debemos pedirle a la nueva ANC que piense en estas palabras de Chávez. A Diosdado que se salga con los constituyente que profesan esta política y se vayan al monte, a las entrañas del pueblo que se viene organizando: no importa que haya culebras.
O mejor, Diosdado: que aparezcan.
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