El estrecho de Kerch fue escenario de un enfrentamiento entre naves ucranianas y rusas, luego de que las primeras atravesaran aguas territoriales reclamadas por las segundas, en violación de los Artículos 19 y 21 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar que estipulan la libre circulación de embarcaciones extranjeras en Estado ribereño, siempre y cuando sean notificadas y no perjudiquen la paz y seguridad del país.
Los hechos ocurrieron el domingo 25 de noviembre a las 7 de la mañana (hora de Moscú), momento en que la Seguridad Federal de Rusia (FSB) detectó el acercamiento de dos barcos de artillería y un remolcador ucraniano a 50 kilómetros al suroeste del sitio regular de paso de los buques en el estrecho de Kerch.
El protocolo oficial indica que los navíos que se trasladan por el estrecho deben esperar el consentimiento de autoridades rusas y hacerlo bajo un calendario específico. Los buques ucranianos, obviando este procedimiento, cruzaron el mar fronterizo con Rusia, ignorando las reiteradas advertencias de la FSB para que abandonaran la zona económica rusa.
En horas de la noche, las mismas tres embarcaciones "Berdiansk", "Nikopol" y "Yany Kapu" continuaron la provocación con maniobras en territorio ruso, a lo que guardias fronterizos del país euroasiático respondieron con el empleo de armas de fuego buscando detener estos buques y logrando confiscarlos. En el transcurso, hirieron a tres militares de las Fuerzas Armadas Ucranianas, quienes recibieron asistencia médica y están fuera de peligro, según el comunicado difundido por la FSB.
Más adelante, a las 11:30 de la mañana (hora de Moscú), otros dos barcos ucranianos atravesaron ilegalmente los límites marítimos con Rusia, saliendo del puerto de Berdyansk en el Mar de Azov y acercándose al estrecho de Kerch, pero terminaron devolviéndose a su lugar de salida.
Tras la interceptación de los buques de guerra que violaron la soberanía rusa, el puerto ruso construido en el estrecho de Kerch fue bloqueado por un barco carguero, impidiendo el único paso a través del estrecho, información que fue confirmada por el director general de los puertos marítimos de Crimea, Aleksey Volkov, quien indicó que ese bloqueo a buques mercantes fue realizado por razones de seguridad. El paso fue reabierto por Rusia a primera hora de la mañana del lunes.
Las operaciones rusas incluyeron el despliegue de aviones militares Su-25 y helicópteros cañoneros KA-52, que patrullaron los alrededores del mar Negro, zona del conflicto.
El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, en defensa de las acciones ofensivas efectuadas por las fuerzas navales ucranianas, convocó esa noche al Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania para apoyar la propuesta del gabinete militar de imponer la Ley Marcial por 60 días. La medida avanzó en el consejo y deberá ser ratificada por el parlamento ucraniano este lunes en sesión extraordinaria.
Por su parte, la cancillería rusa mediante las declaraciones de su portavoz, María Zajárova, denunció los métodos criminales que utilizó la flotilla ucraniana para escalar las tensiones con Rusia. Expresó, en su cuenta de Facebook: "Son bandidos de carretera. Y sus métodos son de bandidos: al principio la provocación, luego la presión de fuerza y luego la acusación de agresión".
Las autoridades de la FSB también expresaron que próximamente serán publicadas pruebas irrefutables sobre la violación marítima perpetuada desde Kiev.
#Rusia advierte de que toda la responsabilidad por un posible agravamiento de la situación en la zona acuática de Azov-Kerch reside en Ucrania y los Estados que apoyen sus acciones provocadoras. Lea la declaración de @mae_rusia: mid.ru/en/foreign_pol…
Causas del enfrentamiento naval: breve repaso del conflicto entre Ucrania y Rusia
La crisis diplomática entre los Estados postsoviéticos de Rusia y Ucrania que inició en el año 2014 con la declaración de independencia de Crimea, seguida por su adhesión a Rusia, tras producirse los eventos violentos del Euromaidán que desencadenaron el golpe institucional al ex presidente Víktor Yanukóvich, se trasladó en mediados de 2018 a un nuevo foco de conflicto: el mar Asov.
En septiembre, la Armada de Ucrania aumentó su presencia militar en aguas de esta zona con miras a establecer un puesto militar por indicaciones de Estados Unidos y alegando que Rusia estaba bloqueando la entrada de navíos mercantes ucranianos. Ambos países, según el "Acuerdo entre la Federación de Rusia y la Ucrania sobre Cooperación en el uso del Mar de Azov y del estrecho de Kech", tienen derecho al uso de este espacio marítimo y coinciden en que son aguas interiores de su territorialidad.
Al negarse a pedir permiso del Estado ruso en el área correspondiente de Crimea, Kiev reafirma la reclamación administrativa de esa península, que durante cuatro años de conflicto no ha podido avanzar en su recuperación. Debido a que Rusia actúa en estricto orden del Derecho Internacional, la provocación de Ucrania busca desencadenar una agresión que justifique la internacionalización del problema, arrastrando a la OTAN a ello.
Por otro lado, la propia crisis interna que está padeciendo la nación ucraniana liderada por Poroshenko está vinculada a la escalada violenta. Las últimas encuestas realizadas por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev, el Centro Razumkov y la organización sociológica Rating Group indican que "casi el 50% de los ucranianos no votarán por Poroshenko bajo ninguna circunstancia" en las elecciones presidenciales que se celebrarán durante el mes de marzo de 2019.
El movimiento en Crimea puede fortalecer la posición del presidente dentro del país, o en caso de no recibir apoyo, la implementación de la Ley Marcial también puede llevar a posponer o cancelar estos comicios.
Reacciones diplomáticas inmediatas
La OTAN hizo un llamado a la contención de Rusia y Ucrania en un primer comunicado, recordando que apoyan plenamente la soberanía ucraniana. Frente a esto, la periodista Alejandra Loucau explica que la OTAN considera las aguas territoriales de Crimea como propiedad del Estado ucraniano. Igualmente, afirma que es muy difícil que la provocación del gobierno de Poroshenko se haya llevado a cabo sin la aprobación de por lo menos un sector del Pentágono estadounidense. En respuesta a los acontecimientos, Rusia convocó a una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, que se efectuará en el transcurso del lunes 26 de noviembre.
El papel de víctima que Ucrania desempeña contribuirá a la intensificación de las sanciones aplicadas por la Unión Europea a Moscú. Así parece demostrarlo las comunicaciones de Petro Poroshenko con ese organismo, al solicitar "sanciones adicionales por lo que denominó actos criminales".
La propaganda de guerra desde el tanque de pensamiento Atlantic Council para arrastrar a una intervención oficial de la Administración Trump en el conflicto, constata la colaboración de la OTAN con Kiev en la planificación de la agresión en la frontera marítima.
Actualmente, el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, concertó con el presidente de Ucrania una reunión extraordinaria de la Comisión OTAN-Ucrania a nivel de Embajadores en Bruselas.
Occidente actúa alterando los eventos en función de colocar las acciones de defensa rusas como un atacante abierto a las fuerzas armadas ucranianas y justificar, así, la ampliación de la asistencia militar.
La desestabilización de la región del mar Negro, vital para los intereses nacionales de Rusia, puede sentar un precedente en violaciones de soberanía marítima, lo que influiría en la solidarización de Beijing, que vive una situación similar de asedio fronterizo en el área que abarca el mar del Sur Chino, escenario de operaciones militares estadounidenses denunciadas por el gobierno de Xi Jinping.
Por lo tanto, el ministro chino de Asuntos Exteriores, Geng Shuang, expresó que "China pide a todas las partes que se contengan para evitar una escalada de esta situación, así como fortalecer el diálogo para resolver sus diferencias".
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