Redacción web
Un cóndor hembra de 10 meses murió tras recibir disparos de perdigones en la región amazónica de Ecuador, informaron autoridades, que condenaron el atentado contra esta ave en peligro de extinción.
El diario El Tiempo, de la ciudad ecuatoriana de Cuenca, informó que pobladores encontraron a la cóndor herida en la localidad de Archidona, y lo reportaron al Grupo Cóndor, que se contactó con el Ministerio de Ambiente, tras lo cual fue trasladada a una clínica en Cotopaxi.
Diego Medina, director del Hospital Veterinario Planeta Vida, informó que la cóndor llegó al hospital el 17 de diciembre y tras realizarle radiografías detectaron que los perdigones aparentemente estaban en el tórax, lo que los llevó a suspender el estudio hasta estabilizarla.
Una vez estabilizada, una tomografía determinó la existencia de cinco perdigones en el cuerpo que le ocasionaron una hemorragia.
Según Medina, el ave, de entre nueve y 10 kilos, murió el 24 de diciembre por un daño pulmonar y septicemia, y con ella se perdió “toda una generación de cóndores”.
Según Medina, el ave, de entre nueve y 10 kilos, murió el 24 de diciembre por un daño pulmonar y septicemia, y con ella se perdió “toda una generación de cóndores”.
Las autoridades intentan recabar alguna información sobre los responsables del ataque.
Los perdigones ingresarán en cadena de custodia hasta que un juez lo determine, indicó el director del Hospital Veterinario Planeta Viva, una casa de salud que se hizo cargo de todos los gastos de atención a la cóndor.
Los perdigones ingresarán en cadena de custodia hasta que un juez lo determine, indicó el director del Hospital Veterinario Planeta Viva, una casa de salud que se hizo cargo de todos los gastos de atención a la cóndor.
Medina recordó que el censo de 2018 determinó la existencia de 150 cóndores, por lo que subrayó que la pérdida de este mes es “importante”.
El cóndor andino, o cóndor de Los Andes, es el ave no marina de mayor envergadura del planeta.
Posee una tasa de reproducción muy baja; pone solo un huevo cada dos años.
Es un símbolo nacional de varios países sudamericanos, como Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador o Perú.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza la cataloga como una especie casi amenazada por la progresiva pérdida de su hábitat natural.
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