El agujero sin precedentes en la capa de ozono estratosférico sobre el Ártico registrado en las últimas semanas se ha cerrado en los últimos días.
Después de mantener en vilo a los científicos desde finales de marzo, el agujero de ozono del Ártico, inédito por su tamaño y duración, se ha cerrado.
Los científicos observaron en marzo signos de formación de un agujero extraño, fenómeno que atribuyeron a las bajas temperaturas en el polo norte, y a principios de abril, la Agencia Espacial Europea (ESA) notó que el agujero crecía de manera extraordinaria, debido a que los niveles de ozono caían con rapidez.
Condiciones meteorológicas especiales provocaron entonces un inusual agotamiento del ozono estratosférico sobre el Ártico esta primavera, del mismo modo que se produce desde hace décadas en la Antártida tras concluir el invierno austral. La pérdida de este gas llegó al 30 por ciento en la vertical del Polo Norte, con temperaturas por debajo de 80 grados Celsius. Normalmente, la estratosfera sobre el Ártico es demasiado cálida y el vórtice polar demasiado inestable para que se dieran esas condiciones.
Este año el vórtice polar ha sido extremadamente poderoso. El vórtice polar son las corrientes a gran altitud que mantienen el aire frío en torno al Ártico. Además, las temperaturas en el interior de este vórtice polar han sido extremadamente frías. Esto genera nubes estratosféricas que destruyen el ozono por una reacción con los gases CFC, ahora prohibidos por el Protocolo de Montreal.
Raro agujero de ozono
El agujero de ozono que conocemos todos tiene lugar durante la primavera austral (de julio a septiembre) en el Polo Sur, donde la estratosfera es naturalmente mucho más fría. En general, en el Polo Norte no se dan las condiciones para la destrucción de ozono a estos niveles.
Este año, el vórtice polar tan fuerte y estable ha provocado la concentración de más químicos destructores de capa de ozono, lo que sumado al frío extremo ha creado las condiciones para este agujero inédito.
La primera vez que se observó un agujero de ozono en el Polo Norte fue en el año 2011, pero fue de menor tamaño y durante el mes de enero.
El cierre no tiene que ver con la reducción de contaminación
El cierre de este agujero en la capa de ozono sin precedentes no tiene nada que ver con la reducción de contaminación que ha permitido el confinamiento en gran parte del mundo para frenar la pandemia de Covid-19.
Ha sido posible gracias a la disolución del vórtice polar, que se ha dividido en dos, a la «ola de calor» que ha vivido el Ártico esta semana, y la irrupción de aire rico en ozono por la división del vórtice polar, un ciclón persistente a gran escala en la zona ubicado en la media y alta troposfera y la estratosfera.
Según el equipo del Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de la red europea Copernicus no volverá esta temporada, a pesar de que está previsto que el vórtice polar vuelva a reforzarse en los próximos días.
«El agujero de la capa de ozono del hemisferio norte en el año 2020 es definitivamente un evento que bate récords» comenta la científico de Copernicus Antje Inness.
«El agujero de ozono sin precedentes del Hemisferio Norte en 2020 ha llegado a su fin. El vórtice polar se ha dividido, pemitiendo la irrupción de aire rico en ozono en el Ártico», afirma en su cuenta de Twitter el Servicio de Monitoreo de Atmosfera Copernicus, que señala que la situación ha seguido sus pronósticos de la semana pasada.
The unprecedented 2020 northern hemisphere #OzoneHole has come to an end. The #PolarVortex split, allowing #ozone-rich air into the Arctic, closely matching last week's forecast from the #CopernicusAtmosphere Monitoring Service.
More on the NH Ozone hole bit.ly/39JQRU8
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