jueves, 28 de junio de 2018

NACIONES HACIA ESQUEMAS DE PODER DE ESTADO Y PRODUCCIÓN MÁS JUSTOS EN CONSTITUYENTES

A 2OO años del 27 de Junio de 1818 de la fundación del Correo del Orinoco legitima la libertad de pensamiento y la constituyente en oposición a las ideas del colonialismo monárquico de la Gaceta de Caracas fundada en 1808 para salir de la opresión de la dominación de monstruos modernistas. Esta idea del título de este escrito abordando el proceso desde la invasión del Abya Yala a la actualidad la tierra nos da señales indica necesitamos construir un nuevo mundo ante se extinga la vida en este viejo esquema de poder y de producción de modernidad de imposición colonizadora depredadora de guerra permanente sometiendo a la humanidad al saqueo, corrupción, robo, despojo de bienes materiales e inmateriales destruyendo intoxicando su hábitat, por lo cual se rechaza esta cultura de mal convivencia alienada de modernización nos ha tocado vivir en contradicción unos resistiendo tratando de cambiar esta historia de monstruos modernos y otros legitimándola. Esta opresión destructiva de la naturaleza y la humanidad de la modernidad es continua de barbarie induce al hombre a no respetar el derecho ajeno en su expresión de individualismo, egoísmo, avaricia, codicia, hace la persona injusta, hipócrita, por lo cual rechazamos esta oscura abominable enfermedad con luz, sabiduría, cultura emancipadora de toda dominación a objeto venzamos esta maldad, maldición, los delitos, creando valores, bendiciones, en ciudadanidad y civilidad. Así observamos en esta historia la cultura de las constituyentes liberadoras de la colonización y recolonización en neocolonialismo por ejemplo la primera constituyente venezolana la del 19 de Abril de 1810 a 1812 en nuestra extensión territorial pasamos del proceso de capitanía general al de fundación de la patria libre soberana independiente de dominación imperialista monárquica y después al de república. En el proceso de recolonización imperialista a Venezuela las fuerzas patriotas dirigidas por Francisco de Miranda se prepararon ejecutando el plan de la guerra de independencia y la unión de Latinoamérica para no dejarse recolonizar, sin embargo en esa lucha de guerra de independencia se refunda la segunda constituyente por Bolívar hasta que la correlación de fuerza del movimiento Mirandino y Bolivariano quedan en minoría ante los cosiateros y Páez nombrado presidente de la república en 1830 por el congreso constituyente comienza la cuarta república hasta que en 1999 se reinicia la república Bolivariana hasta el presente. En este proceso de modernidad posarcaica recolonizada neocolonial vemos el despojo territorial y de nuestras divisas en libras esterlinas siglo XIX y de dólares siglo XX y XXI de restablecer la independencia libre no enajenada de 2.500.000 km² nos quedan 916.445 km². Somos vulnerables en las relaciones de interdependencias económicas, sociales, psiquiátricas, psicológicas, ecológicas, es decir, históricas como país los ciudadanos del mundo. El caso venezolano con la caja “clap” del comité local de abastecimiento y producción encontramos productos nacionales e importados de diferentes países de esquema de producción capitalista que indican no hemos salido de la modernidad colonización dominación sometimiento imposición arbitraria en guerra de la legitimación de la acumulación delictiva de capital depredadora de explotación entre humanos sin embargo renace la esperanza de transformar esta realidad histórica opresora de la humanidad por modelos históricos de cooperación y compartir de convivencia en valores humanos y de amor al prójimo. La autodeterminación soberana llamada independencia en la interdependencia mundial universal conciudadana entre los países del planeta tierra es la utopía a realizar el obsequio más bello de la humanidad en construcción de la historia en su realización evolutiva de concreción de las libertades democráticas, derechos humanos y de amor al prójimo sean actividades predominantes cotidianas del ser social en nuestra madre tierra. Autor, Rafael A. Salazar P.

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