miércoles, 8 de agosto de 2018

El “jardín” de basura que bordea Las Pulgas

CIUDAD
08:44 AM / 07/08/2018

Adriana González
Miguel Romero
La inmundicia bordea, más que nunca, al mercado Las Pulgas. Entre montañas de desechos añejados, y otros tantos que a diario vierten, coexiste todo un ecosistema de desperdicios que parece conformar un relleno sanitario en pleno centro de la ciudad.
Desechos orgánicos, partes de electrodomésticos, plástico, vidrio, autopartes, heces, orina y lo que pueda alcanzar el más elaborado ejercicio de imaginación. De todo converge en los botaderos improvisados, aprovechados, por igual, por animales y personas.
De garzas a alimañas y desde perros hasta niños y adultos hurgan entre la basura a escasos metros al frente del Terminal de Pasajeros de Maracaibo.
Allí, hay una llamarada que no se apaga. Arde. La candela no se extingue, aún con las miradas cómplices de transeúntes, comerciantes y transportistas. Su indiferencia huele a resignación.
Frente al nauseabundo espectáculo, un comerciante ofrece repuestos de electrodomésticos. El hombre, al ver la presencia reporteril, de una vez denuncia: “Ahí hay un escape de gas, que se prende solo. Todo eso coge candela y nadie hace nada, siguen echando basura y no la recogen. Algunos echan agua pero se vuelve a prender”.
Los comerciantes se quejaron del escenario. “Cada 8 días queman la basura para aplacar las montañas grandes que se forman y lo que hacen es desatar un humo asfixiante que nos hace ir de aquí. Es un día de ventas que perdemos”, lamentó Victoria González.
La presidenta de la junta de  condominio del mercado municipal Las Playitas, Marisela León, sostuvo que hace un mes la Alcaldía de Maracaibo limpió el área con la “anaconda” y que, desde entonces, no ha pasado más. Además, añadió que en la madrugada, entre las 3:00 y 5:00 am, camiones acostumbran a vaciar sus contenidos en el área.
 En el malecón, a orillas del Lago de Maracaibo y detrás del estacionamiento del mercado, una montaña de escombros no baja de tamaño. En ella, como si de una mina de oro se tratase, un grupo de hombres se da la tarea de escarbar para encontrar lo que les sea de provecho. Se camuflan entre la humareda de la basura quemándose, a la que poco les importa exponerse con tal de encontrar su beneficio.
En pleno corazón de Las Pulgas, el comercio vive también entre desechos, aunque menos copiosos que los que circundan al mercado popular. Entre las mesas, comerciantes siguen vendiendo los productos de primera necesidad con precios pensados en obtener jugosas ganancias y, por supuesto, el anhelado dinero en efectivo.
Con billetes, el arroz se encuentra en 230 mil bolívares, la harina de maíz  en Bs. 300 mil, el azúcar y el café rondan los Bs. 150 mil, el cartón de huevos sobrepasa el millón de bolívares.
De entrada un comerciante soltó, con ironía y tono burlón: “Seguimos esperando a que llegue la Guardia a ponernos los precios solidarios en los artículos”. Acto seguido, soltó una carcajada.
En sesión ordinaria, el martes el Consejo Legislativo del estado Zulia (Clez) creó una comisión especial  para hacer un abordaje en el mercado Las Pulgas.  El presidente del Clez, Eduardo Labrador, aseguró que el Parlamento se trasladará hasta el lugar para determinar la situación y aportar soluciones.
El jueves pasado, los cuerpos de seguridad realizaron una intervención en este mercado popular. “Estamos declarando la guerra a la venta  y compra de efectivo y al uso especulativo de los puntos de venta en el mercado de Las Pulgas y en Las Playitas”, dijo Omar Prieto. En total, incautaron 28 bultos de arroz y Bs. 1,4 millardos en efectivo.
Mientras tanto, entre desidia y suciedad, el comercio a  cielo abierto sigue indomable. Sin autoridades que pongan lupa a la insalubridad o que acaben con el “duro de matar” bachaqueo.

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