28/02/2019
“La enseñanza profunda y el espíritu humanista que cultivó, se encuentra presente en los corazones de los pueblos de nuestra América”, resalto en un mensaje publicado en su cuenta oficial de Twitter, el Jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, al referirse al Maestro Simón Rodríguez, en el marco de los 165 años de su siembra eterna.
Simón Rodríguez fue uno de los intelectuales americanos más importantes de su tiempo, quien abrió al Libertador Simón Bolívar, los horizontes del pensamiento libertario.
Rodríguez concibió un modelo educativo revolucionario, que intentaba adaptarse a las características de las naciones americanas.
Muchos años después, su más ilustre discípulo, Simón Bolívar, refiriéndose a esta enseñanza en carta al general Santander, diría que su maestro “enseñaba divirtiendo”. Este espíritu de superar las rígidas costumbres educativas de la colonia está presente en toda la obra y el pensamiento de Simón Rodríguez.
Tras vivir casi 20 años en Europa, regresó a América en 1823. Al año siguiente estableció en Colombia la primera escuela-taller.
Atendiendo una solicitud hecha por Bolívar desde Perú, fue nombrado Director de la Educación Pública, Ciencias, Artes Físicas y Matemáticas, así como de Minas, Agricultura y Vías Públicas de Bolivia, con el encargo de crear la estructura educativa del país.
Con sus escritos defendió ideológicamente la obra de Bolívar, ejemplo de lo cual es El Libertador del Mediodía de América y sus compañeros de Armas (1830). Hacia el final de su vida ejerció la docencia en Quito y Guayaquil (Ecuador), donde un incendio destruyó gran parte de su obra escrita.
El Maestro falleció en el pueblo de Amotape, en 1854. Luego de 70 años, sus restos fueron trasladados al Panteón de Perú y luego a su Caracas natal, hallándose desde 1954 en el Panteón Nacional.
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