Internacional
Caracas, 30 Dic. AVN
Por: Ariadna Eljuri
El 2018 marcó un antes y un después para la Iglesia Católica. Las leyendas y lo que se veía en las películas que tanto eran cuestionadas por la institución salió a relucir y dejó en evidencia que detrás de una túnica puede existir también a alguien que puede ser considerado un monstruo.
"Es importante entender que esto no es solo abuso físico, sino es abuso espiritual también. Cuando un sacerdote te hace esto, te despoja de tu fe".
Con esta frase, la película Spotlight (Primera Plana), estrenada en 2015 y Ganadora del Oscar, resume la historia de cómo la unidad de investigación del periódico Boston Globe, desenmascaró un escándalo en el que la Iglesia católica de Massachusetts ocultó un número importante de abusos sexuales perpetrados por distintos sacerdotes en la ciudad estadounidense.
La respuesta de las miles de víctimas es siempre la misma: "Confiaba en él", "no veíamos maldad, menos viniendo de un cura", "es el representante de Dios" y muchas otras declaraciones que hasta hoy invaden a la Iglesia y pone en jaque al Vaticano, quien ya inició una investigación.
Solo entre los años 2001-2010 se evaluaron un total de 3.000 casos de sacerdotes y religiosos que cometieron pedofilia en los últimos 50 años en el mundo, de acuerdo con un informe presentado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La bomba que explotó
En julio, la bomba explotó en Chile. Los escándalos e investigaciones a la Iglesia Católica por abusos sexuales y pornografía mancharon a la institución de la nación suramericana y terminó un año 2018 marcado por las denuncias.
En enero de 2018, en su primera visita oficial a Chile, el Papa Francisco manifestó su "vergüenza" y sus disculpas por los abusos que por décadas abrumó y afectó a varias familias chilenas, sobretodo durante los tiempos de la dictadura.
"Y aquí, no puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza, vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia", expresó en ese momento el Sumo Pontífice, cita el diario peruano RPP Noticias.
Dos años antes, el jefe del Vaticano había nombrado al cura Juan Barros. Este sacerdote fue acusado posteriormente de encubrir a Fernando Karadima, cura sentenciado por violar, durante décadas, a jóvenes que él mismo formaba para el sacerdocio.
El Papa Francisco no se imaginaba que seis meses después, la Fiscalía chilena informara sobre la investigación de 158 miembros de la Iglesia católica por 144 casos de abuso sexual y de otros tipos, de los cuales 74 son obispos, sacerdotes o diáconos diocesanos que no pertenecen a ninguna congregación, mientras que otros 65 de los ya mencionados sí pertenecen a ellas.
Los casos de abusos sexuales han conmocionado desde hace años a la Iglesia católica chilena y el papa Francisco aceptó las renuncias de siete obispos ( entre ellos Juan Barros) después de que 34 miembros de la Conferencia Episcopal de Chile le ofrecieron sus cargos tras ser citados a El Vaticano por el Pontífice.
Otros países de América Latina donde también se ha registrado casos de abusos sexuales son Argentina y Brasil. Argentina cuenta con al menos cuatro sacerdotes entre 2004-2009 y en Brasil varios curas fueron apartados mientras se les investigaba por pederastia.
Investigaciones en EEUU
Un mes después de darse a conocer las investigaciones en Chile, explotó en Pensilvania, Estados Unidos (EEUU), una investigación que involucra a aproximadamente 300 curas, que abusaron de aproximadamente 1.000 niños durante la década de los 70.
Tal es el caso de Jim VanSickle, quien tan solo tenía 16 cuando David Poulson — uno de los más de 300 sacerdotes involucrados en abusos sexuales revelados el pasado 15 de agosto — llegó a la escuela cristiana Bradford Central.
"Miré al hombre y veía a un sacerdote. Confiaba en él", expresó Jim VanSickle, quien ahora cuenta con 55 años y cuenta cómo ocurrieron los hechos mientras formaba parte de un grupo de ajedrez. "Él constantemente quería contacto físico", narró en una entrevista concedida a medios estadounidenses.
Ante este tipo de testimonios, el pasado 14 de agosto el fiscal general de esta causa, Josh Shapiro, presentó su informe, de más de 1.400 páginas, contra los más de 300 miembros del clero estadounidense, aseverando que donde más se han presentado ataques contra menores de edad por parte de la Iglesia, era en EEUU.
"Creemos que el número real (de niños abusados, incluidos aquellos cuyos dossiers se perdieron, o que nunca denunciaron por miedo) está en los miles", señala el informe. En su mayoría las víctimas eran niños varones.
El pasado 19 de diciembre, se dio a conocer la noticia de que casi 700 sacerdotes y miembros del clero fueron denunciados por la Fiscalía General de Illinois, EEUU, por abusos sexuales a menores de edad en las últimas décadas.
De acuerdo con medios internacionales, la fiscal del estado de la nación norteamericana, Lisa Madigan, cuestionó la publicación de una lista de la diócesis, debido a que solo reflejaron 185 curas involucrado.
Las investigaciones realizadas por la Fiscalía - señala Madigan-, revelan "acusaciones contra al menos 500 curas más".
Madigan señaló que algunas acusaciones aún no han sido investigadas por los miembros de la Iglesia Católica.
De acuerdo con un informe presentado por la cadena española SER, en EEUU ha habido más de 1.300 casos verificados desde la década de 1950.
Europa tampoco se salvó
En Irlanda — donde el Papa Francisco estuvo de visita a finales de agosto— desde hace más de una década se dieron a conocer informes sobre los abusos sexuales por parte de la Iglesia Católica, con la colaboración de la policía y la Fiscalía, quienes se encargaban de cubrir los casos de pederastia.
En Alemania, por su parte, recientemente se filtró un informe en el que se reveló que aproximadamente 3.677 menores de edad fueron abusados sexualmente por representantes de la Iglesia Católica de la nación europea, entre 1946 y 2014, hecho en el que están involucrados 1.670 representantes del clero.
En el informe divulgado por el medio alemán Der Spiegel, se especifica que se examinaron más de 38.000 archivos presentado por 27 diócesis, en la que se determinó que las víctimas tenían 13 años o menos, así como se evidenció que uno de cada seis casos documentados "involucró violaciones, y tres cuartas partes de las víctimas fueron abusadas en una iglesia o tenían una relación pastoral con el abusador".
El pasado mes de octubre, la fundación "No Tengo Miedo" presentó un informe al Parlamento de Polonia en la que se evidenciaba que un total de 255 menores de edad sufrieron de abusos sexuales por parte de representantes de la Iglesia.
De acuerdo con medios internacionales, la fundación privada reveló que los menores contaban con aproximadamente 15 años de edad cuando sufrieron de abusos por parte del clero, que ya cuenta con 50 sacerdotes condenados.
Además de estos países, en Australia se conoce de 620 casos comprobables de abusos, Reino Unido tiene diferentes investigaciones abiertas, Francia cuenta con 11 casos y en España también se están realizando las investigaciones.
Condenas del Estado clerical
Tras las investigaciones y pruebas presentadas ante representantes del clero, el Papa Francisco no tuvo más remedio de expulsar a varios miembros de la Iglesia.
Entre ellos se encuentra, Cristián Precht Bañado (en septiembre) acusado de conducta sexual indebida en el caso de los hermanos maristas y que ya había cumplido una sentencia canónica por abusos a menores fue expulsado de la Iglesia chilena, refieren los medios internacionales.
El Papa decretó de forma inapelable "la dimisión del estado clerical", así como la "dispensa de todas las obligaciones unidas a la sagrada ordenación" de Precht, quien ya había cumplido cinco años apartado de las labores del sacerdocio por abusos sexuales a 20 víctimas de entre 15 y 33 años.
A esto se le suma, la expulsión de los exobispos chilenos, José Francisco Cox, de 85 años; y de Iquique Marco Antonio Órdenes Fernández, de 54, ambos acusados de abusos sexuales a menores.
"La decisión fue tomada por el papa Francisco el 11 de octubre y no admite recurso", comunicó El Vaticano, citado por medios internacionales.
Cox, además de haber sido acusado en 2002 en Chile por abuso sexual a menores, también tiene una investigación en Alemania por estos hechos; mientras que Órdenes presentó su renuncia en 2012 a Benedicto XVI tras ser acusado por abuso sexual a un menor de edad.
En España, en septiembre, se dio a conocer la noticia de la expulsión —por un lapso de 10 años— del sacerdote José Manuel Ramos, luego de ser acusado de abusar de menores de edad desde hace tres décadas.
A mediados de octubre, el Papa Francisco aceptó la renuncia del cardenal estadounidense Donald Wuerl, acusado de encubrir a representantes del clero involucrados en abusos sexuales.
El cardenal Donald Wuerl es sospechoso de negligencia ante los actos de curas pederastas en Pensilvania (noreste de Estados Unidos), donde fue obispo de su ciudad natal de Pittsburgh entre 1988 y 2006.
A mediados de diciembre, fue condenado el cardenal George Pell, consejero directo del papa Francisco y prefecto de la Secretaría para la Economía de la Santa Sede, por abusos a dos menores de edad en los años noventa, uno de esos casos involucra la violencia.
De acuerdo con medios internacionales, Pell fue condenado por cinco cargos de grave conducta sexual inapropiada.
Hasta los momentos, solo se conoce la sentencia, debido a que el cardenal está involucrado en un segundo proceso penal, que iniciará en marzo del año que viene.
Con esta sentencia, Pell se convierte en el clérigo de mayor rango jamás condenado por un delito de pederastia y el primero de la cúpula de la curia romana.
Reunión en 2019
Tras la ola de denuncias y condenas, el pasado 12 de septiembre el Papa Francisco convocó una reunión con los jefes y presidentes de todas las conferencias episcopales del mundo para hablar sobre la prevención de abusos a menores y a otras personas vulnerables en el seno de la Iglesia.
La reunión se llevará a cabo entre el 21 y 24 de febrero en El Vaticano.
Foto: Gregorio Terán, AVN
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El 2018 marcó un antes y un después para la Iglesia Católica. Las leyendas y lo que se veía en las películas que tanto eran cuestionadas por la institución salió a relucir y dejó en evidencia que detrás de una túnica puede existir también a alguien que puede ser considerado un monstruo.
"Es importante entender que esto no es solo abuso físico, sino es abuso espiritual también. Cuando un sacerdote te hace esto, te despoja de tu fe".
Con esta frase, la película Spotlight (Primera Plana), estrenada en 2015 y Ganadora del Oscar, resume la historia de cómo la unidad de investigación del periódico Boston Globe, desenmascaró un escándalo en el que la Iglesia católica de Massachusetts ocultó un número importante de abusos sexuales perpetrados por distintos sacerdotes en la ciudad estadounidense.
La respuesta de las miles de víctimas es siempre la misma: "Confiaba en él", "no veíamos maldad, menos viniendo de un cura", "es el representante de Dios" y muchas otras declaraciones que hasta hoy invaden a la Iglesia y pone en jaque al Vaticano, quien ya inició una investigación.
Solo entre los años 2001-2010 se evaluaron un total de 3.000 casos de sacerdotes y religiosos que cometieron pedofilia en los últimos 50 años en el mundo, de acuerdo con un informe presentado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La bomba que explotó
En julio, la bomba explotó en Chile. Los escándalos e investigaciones a la Iglesia Católica por abusos sexuales y pornografía mancharon a la institución de la nación suramericana y terminó un año 2018 marcado por las denuncias.
En enero de 2018, en su primera visita oficial a Chile, el Papa Francisco manifestó su "vergüenza" y sus disculpas por los abusos que por décadas abrumó y afectó a varias familias chilenas, sobretodo durante los tiempos de la dictadura.
"Y aquí, no puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza, vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia", expresó en ese momento el Sumo Pontífice, cita el diario peruano RPP Noticias.
Dos años antes, el jefe del Vaticano había nombrado al cura Juan Barros. Este sacerdote fue acusado posteriormente de encubrir a Fernando Karadima, cura sentenciado por violar, durante décadas, a jóvenes que él mismo formaba para el sacerdocio.
El Papa Francisco no se imaginaba que seis meses después, la Fiscalía chilena informara sobre la investigación de 158 miembros de la Iglesia católica por 144 casos de abuso sexual y de otros tipos, de los cuales 74 son obispos, sacerdotes o diáconos diocesanos que no pertenecen a ninguna congregación, mientras que otros 65 de los ya mencionados sí pertenecen a ellas.
Los casos de abusos sexuales han conmocionado desde hace años a la Iglesia católica chilena y el papa Francisco aceptó las renuncias de siete obispos ( entre ellos Juan Barros) después de que 34 miembros de la Conferencia Episcopal de Chile le ofrecieron sus cargos tras ser citados a El Vaticano por el Pontífice.
Otros países de América Latina donde también se ha registrado casos de abusos sexuales son Argentina y Brasil. Argentina cuenta con al menos cuatro sacerdotes entre 2004-2009 y en Brasil varios curas fueron apartados mientras se les investigaba por pederastia.
Investigaciones en EEUU
Un mes después de darse a conocer las investigaciones en Chile, explotó en Pensilvania, Estados Unidos (EEUU), una investigación que involucra a aproximadamente 300 curas, que abusaron de aproximadamente 1.000 niños durante la década de los 70.
Tal es el caso de Jim VanSickle, quien tan solo tenía 16 cuando David Poulson — uno de los más de 300 sacerdotes involucrados en abusos sexuales revelados el pasado 15 de agosto — llegó a la escuela cristiana Bradford Central.
"Miré al hombre y veía a un sacerdote. Confiaba en él", expresó Jim VanSickle, quien ahora cuenta con 55 años y cuenta cómo ocurrieron los hechos mientras formaba parte de un grupo de ajedrez. "Él constantemente quería contacto físico", narró en una entrevista concedida a medios estadounidenses.
Ante este tipo de testimonios, el pasado 14 de agosto el fiscal general de esta causa, Josh Shapiro, presentó su informe, de más de 1.400 páginas, contra los más de 300 miembros del clero estadounidense, aseverando que donde más se han presentado ataques contra menores de edad por parte de la Iglesia, era en EEUU.
"Creemos que el número real (de niños abusados, incluidos aquellos cuyos dossiers se perdieron, o que nunca denunciaron por miedo) está en los miles", señala el informe. En su mayoría las víctimas eran niños varones.
El pasado 19 de diciembre, se dio a conocer la noticia de que casi 700 sacerdotes y miembros del clero fueron denunciados por la Fiscalía General de Illinois, EEUU, por abusos sexuales a menores de edad en las últimas décadas.
De acuerdo con medios internacionales, la fiscal del estado de la nación norteamericana, Lisa Madigan, cuestionó la publicación de una lista de la diócesis, debido a que solo reflejaron 185 curas involucrado.
Las investigaciones realizadas por la Fiscalía - señala Madigan-, revelan "acusaciones contra al menos 500 curas más".
Madigan señaló que algunas acusaciones aún no han sido investigadas por los miembros de la Iglesia Católica.
De acuerdo con un informe presentado por la cadena española SER, en EEUU ha habido más de 1.300 casos verificados desde la década de 1950.
Europa tampoco se salvó
En Irlanda — donde el Papa Francisco estuvo de visita a finales de agosto— desde hace más de una década se dieron a conocer informes sobre los abusos sexuales por parte de la Iglesia Católica, con la colaboración de la policía y la Fiscalía, quienes se encargaban de cubrir los casos de pederastia.
En Alemania, por su parte, recientemente se filtró un informe en el que se reveló que aproximadamente 3.677 menores de edad fueron abusados sexualmente por representantes de la Iglesia Católica de la nación europea, entre 1946 y 2014, hecho en el que están involucrados 1.670 representantes del clero.
En el informe divulgado por el medio alemán Der Spiegel, se especifica que se examinaron más de 38.000 archivos presentado por 27 diócesis, en la que se determinó que las víctimas tenían 13 años o menos, así como se evidenció que uno de cada seis casos documentados "involucró violaciones, y tres cuartas partes de las víctimas fueron abusadas en una iglesia o tenían una relación pastoral con el abusador".
El pasado mes de octubre, la fundación "No Tengo Miedo" presentó un informe al Parlamento de Polonia en la que se evidenciaba que un total de 255 menores de edad sufrieron de abusos sexuales por parte de representantes de la Iglesia.
De acuerdo con medios internacionales, la fundación privada reveló que los menores contaban con aproximadamente 15 años de edad cuando sufrieron de abusos por parte del clero, que ya cuenta con 50 sacerdotes condenados.
Además de estos países, en Australia se conoce de 620 casos comprobables de abusos, Reino Unido tiene diferentes investigaciones abiertas, Francia cuenta con 11 casos y en España también se están realizando las investigaciones.
Condenas del Estado clerical
Tras las investigaciones y pruebas presentadas ante representantes del clero, el Papa Francisco no tuvo más remedio de expulsar a varios miembros de la Iglesia.
Entre ellos se encuentra, Cristián Precht Bañado (en septiembre) acusado de conducta sexual indebida en el caso de los hermanos maristas y que ya había cumplido una sentencia canónica por abusos a menores fue expulsado de la Iglesia chilena, refieren los medios internacionales.
El Papa decretó de forma inapelable "la dimisión del estado clerical", así como la "dispensa de todas las obligaciones unidas a la sagrada ordenación" de Precht, quien ya había cumplido cinco años apartado de las labores del sacerdocio por abusos sexuales a 20 víctimas de entre 15 y 33 años.
A esto se le suma, la expulsión de los exobispos chilenos, José Francisco Cox, de 85 años; y de Iquique Marco Antonio Órdenes Fernández, de 54, ambos acusados de abusos sexuales a menores.
"La decisión fue tomada por el papa Francisco el 11 de octubre y no admite recurso", comunicó El Vaticano, citado por medios internacionales.
Cox, además de haber sido acusado en 2002 en Chile por abuso sexual a menores, también tiene una investigación en Alemania por estos hechos; mientras que Órdenes presentó su renuncia en 2012 a Benedicto XVI tras ser acusado por abuso sexual a un menor de edad.
En España, en septiembre, se dio a conocer la noticia de la expulsión —por un lapso de 10 años— del sacerdote José Manuel Ramos, luego de ser acusado de abusar de menores de edad desde hace tres décadas.
A mediados de octubre, el Papa Francisco aceptó la renuncia del cardenal estadounidense Donald Wuerl, acusado de encubrir a representantes del clero involucrados en abusos sexuales.
El cardenal Donald Wuerl es sospechoso de negligencia ante los actos de curas pederastas en Pensilvania (noreste de Estados Unidos), donde fue obispo de su ciudad natal de Pittsburgh entre 1988 y 2006.
A mediados de diciembre, fue condenado el cardenal George Pell, consejero directo del papa Francisco y prefecto de la Secretaría para la Economía de la Santa Sede, por abusos a dos menores de edad en los años noventa, uno de esos casos involucra la violencia.
De acuerdo con medios internacionales, Pell fue condenado por cinco cargos de grave conducta sexual inapropiada.
Hasta los momentos, solo se conoce la sentencia, debido a que el cardenal está involucrado en un segundo proceso penal, que iniciará en marzo del año que viene.
Con esta sentencia, Pell se convierte en el clérigo de mayor rango jamás condenado por un delito de pederastia y el primero de la cúpula de la curia romana.
Reunión en 2019
Tras la ola de denuncias y condenas, el pasado 12 de septiembre el Papa Francisco convocó una reunión con los jefes y presidentes de todas las conferencias episcopales del mundo para hablar sobre la prevención de abusos a menores y a otras personas vulnerables en el seno de la Iglesia.
La reunión se llevará a cabo entre el 21 y 24 de febrero en El Vaticano.
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