AFP
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Canadá realizó este miércoles 28 de agosto su tercer intento de incorporar a Cuba a una solución negociada de la crisis venezolana, en un nuevo encuentro en La Habana entre los cancilleres Chrystia Freeland y Bruno Rodríguez.
"Útil debate con mi homólogo cubano Bruno Rodríguez Parrilla en La Habana sobre los lazos entre Canadá y Cuba, la crisis en Venezuela y el apoyo a las empresas canadienses que operan en Cuba", escribió Freeland en Twitter al término de la cita.
Rodríguez, por su parte, tuiteó que durante el encuentro le expresó a su colega canadiense "que el recrudecimiento de medidas coercitivas de Estados Unidos contra Venezuela, daña a su pueblo y son contrarias al derecho internacional y al proceso de diálogo".
"Reiteré invariable solidaridad (de Cuba) con el presidente Nicolás Maduro", subrayó el canciller, e insistió en "apoyar la iniciativa de diálogo respetuoso" con Venezuela, bajo igualdad soberana y sin injerencia en los asuntos internos de los Estados.
Este es el segundo viaje de Freeland a Cuba en 2019. En mayo visitó la isla con una agenda semejante. Rodríguez le devolvió la visita en junio.
Cuba es uno de los más firmes aliados del presidente venezolano Nicolás Maduro, quien se mantiene en el poder a pesar de la presión internacional, en particular de Washington.
Canadá tiene un destacado papel en el Grupo de Lima, un bloque de una docena de países del continente americano que busca una solución a la crisis venezolana en el que no participa Estados Unidos como miembro.
Ottawa desconoce el mandato de Maduro "por considerarlo resultado de elecciones fraudulentas" y apoya, junto con Estados Unidos y medio centenar de países, al líder opositor y jefe parlamentario Juan Guaidó, quien se declaró en enero presidente interino.
Venezuela es el principal suministrador de petróleo de Cuba y en ese país trabajan 20.000 cubanos, fundamentalmente médicos y paramédicos, maestros y técnicos, que representan un importante ingreso para la isla.
"Creemos que es importante explorar todos los caminos posibles para una resolución de la situación (en Venezuela)", dijo Freeland en una conferencia de prensa conjunta con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, de visita en Ottawa, la pasada semana.
- Bloqueo e inversiones -
En la cita también se abordó la decisión de Estados Unidos de activar el Título III de la Ley Helms-Burton, que recrudece el bloqueo que Washington aplica contra la isla desde 1962 y puede complicar intereses empresariales canadienses en Cuba.
Ese título, congelado desde 1996, entró en vigencia en mayo de este año y permite que norteamericanos y cubanos emigrados puedan demandar a las compañías extranjeras que "trafiquen" (gestionen) bienes nacionalizados por el gobierno de Fidel Castro después de la revolución de 1959.
La gigante canadiense Sherritt opera en la isla, entre otras cosas, una mina y una planta procesadora de níquel que fue expropiada a una compañía estadounidense en los años 60.
"Agradecí apoyo (de Canadá) a la resolución de Cuba contra el bloqueo, y oposición a la ley Helms-Burton", agregó Rodríguez.
- Servicios migratorios -
En mayo, la embajada de Canadá en La Habana redujo al mínimo sus servicios migratorios, tras una disminución de personal, alegando daños a la salud de 13 de sus diplomáticos por supuestos "ataques acústicos".
Diplomáticos de Estados Unidos también aseguran haber sufrido esos ataques. Cuba niega tales hechos y pide pruebas.
Pese a ello, hace unas semanas, tras la primera visita de Freeland se reactivaron algunos de esos servicios, aunque el misterio sobre los "ataques" sigue sin resolverse.
"Tomé nota del retorno de algunos servicios migratorios y abogué por pronta normalización de Embajada de Canadá en Cuba", dijo Rodríguez tras el diálogo.
El canciller cubano le dijo a Freeland que "solo una cooperación seria y objetiva puede contribuir al esclarecimiento de las afecciones de salud reportadas por los diplomáticos canadienses".
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