Familias de víctimas en ataque a bar en México exigen justicia

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Familiares de las personas que murieron en el ataque a un bar en el violento estado mexicano de Veracruz anunciaron el sábado que iniciarán un proceso de reparación por violaciones a los derechos humanos y buscarán que se haga justicia.

Las familias dieron una rueda de prensa en la localidad de Coatzacoalcos -donde se registró el ataque- junto con Alan Domínguez, un defensor independiente de los derechos humanos, para denunciar omisiones por parte de las autoridades que, según ellos, propiciaron el ataque. 

Domínguez dijo que las familias iniciarán un proceso de reparación por "violaciones graves a los derechos humanos". 

"Buscaremos que sea reparada y garantizada su seguridad, buscaremos reunión con el ombudsman y el presidente de la república (Andrés Manuel López Obrador) para garantizar que se haga justicia", dijo el defensor de los derechos humanos.

Domínguez acusó que Veracruz vive un momento crítico con respecto a los derechos humanos, en donde hay "violencia de género, trata de personas, ataques contra periodistas y defensores de los derechos humanos". 

Durante el encuentro, las familias estuvieron de espaldas a la prensa para resguardar su identidad porque han recibido amenazas. 

"Hoy partiremos a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos a poner una queja como marca el procedimiento hasta alcanzar una reparación integral del daño", agregó Domínguez. 

Hombres armados irrumpieron la noche del martes en el bar El Caballo Blanco en Coatzacoalcos y abrieron fuego contra los asistentes para después provocar un incendio con bombas molotov, según algunos testigos, aunque otros dicen que rociaron gasolina para luego prender fuego el establecimiento.

El ataque ha dejado hasta el momento 29 muertos. 

Veracruz, una de las zonas más violentas del país, también es escenario de frecuentes secuestros de migrantes.

México ha sido golpeado por una ola de violencia desde que declaró la guerra contra las drogas y desplegó al ejército para luchar contra sus poderosos carteles en 2006. Desde entonces, más de 250.000 personas han sido asesinadas, incluido un récord de 33.753 el año pasado.