jueves, 25 de enero de 2018

Historia Viva | La verdad terrorista: masacre en La Victoria 1972


Aldemaro Barrios

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Brenda Esquivel frente a las fotografías de sus compañeros asesinados
La historia es la más implacable de las herramientas para desmentir matrices de opinión que intentan crear una cortina de humo ante las evidencias probatorias incuestionables de los recientes hechos terroristas ocurridos en Venezuela.
Lo refiere el cronista Olmand Botello en un texto oportuno y revelador de cómo actúan los terroristas, al recordar la masacre de La Victoria el 3 de junio de 1972, una operación comando bajo la jefatura del agente de la CIA Luis Posada Carriles, entonces jefe de Operaciones de la Disip, gobierno de Rafael Caldera, era ministro de Relaciones Interiores Lorenzo Fernández. Primera clave: un terrorista extranjero ocupando un alto cargo policial.
La situación de asedio a un grupo de personas donde se encontraban dos mujeres, Brenda y Marlene Esquivel, 3 niños y 4 hombres, a saber: “el joven de 19 años José Francisco Acosta, español, y José Elio Sánchez Romero, llamado “Freddy”, Luis Eduardo Colls González “Orlando”, y Francisco Edmundo Hernández Cruz “Mundo”. Los agentes de la Disip, después de tocar la puerta y sin mediar comenzaron a disparar, Colls solicitó alto el fuego para que salieran las mujeres, los niños y el joven, a quien ultimaron al salir, luego se generó un intenso tiroteo unilateral, a pesar de la rendición de los sitiados, la policía ingresó a la casa y exterminaron a los heridos. Marlene y Brenda Esquivel fueron llevadas a la sede de la Disip en Maracay, donde fueron torturadas al extremo de hacer abortar a la segunda. Los hombres después de rendirse fueron acribillados: segunda clave.
La Comisión por la Justicia y la Verdad, en su Informe Final, destaca que para que ocurra una masacre debe haber uso desproporcionado de las fuerzas policiales o militares y la indefensión de las víctimas, ese fue el caso de lo ocurrido en La Victoria en 1972. La otra evidencia testimonial es que, ante el escándalo del tiroteo, el pueblo de La Victoria salió a la calle y gritaba a los policías para que no los asesinaran, así lo relata Botello (…)“los vecinos y gente venida de otros sectores enfrentaron a los policías gritándoles ¡asesinos; respeten la vida de las mujeres y los niños!!” . Tercera clave: el testimonio.
Hoy recordamos los eventos de entonces como memoria para que el pueblo reconozca los elementos de juicio a la hora de valorar una noticia o una matriz interesada en la que leemos y vemos con estupor cómo algunos “políticos”, medios privados, redes digitales, opinadores y algunos periodistas nacionales e internacionales se han cartelizado a favor de las acciones terroristas recientes, hasta el colmo del morbo, el descaro y el cinismo desvergonzado que raya en la insensatez y la irracionalidad sesgada por posiciones extremas que intentan justificar los actos de terror y generación de miedo en la población venezolana, lo que a su vez es terrorismo. Cuarta clave

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