Adriana González / agonzalez@panodi.com
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El sector empresarial se ha visto en la necesidad de “reconquistar” a sus trabajadores cubriendo sus necesidades básicas proporcionando traslado, entregando alimentos, flexibilizando los horarios de entrada y salida, y hasta aportando bonos en divisas, en un intento por minimizar el creciente éxodo de trabajadores.
Estos beneficios han surgido para dar respuesta a necesidades que terminan por afectar la productividad de las empresas y han tenido respuesta por parte de los empleados.
Alfonso Fuentes iba a dejar a su cargo como administrador de una empresa. La motivación respondía a que percibía un salario insuficiente para hacer frente a la hiperinflación. Cuando se decidió por presentar su renuncia, sus empleadores le anunciaron que garantizarían transporte al personal y harían entrega, mensual, de rubros alimenticios.
“Decidí aguantar un poco más, porque el sueldo se va en comida y transporte. Muchos compañeros se aliviaron porque estaban faltando uno que otro día por problemas con el transporte. Con la ayuda puedo medio sostener a mi hogar y continuar trabajando para lo que me formé”, dijo el padre de familia.
La escasez de efectivo es el principal detonante del ausentismo laboral que se trasforma en renuncia. De allí se derivan otros problemas como la incapacidad de mantener una buena alimentación, problemas para el traslado a los espacios de trabajo y la dificultad para hacer frente al alto costo de la vida.
En las redes sociales se hizo viral un anuncio clasificado de una empresa zuliana de seguridad que garantizaba un sueldo base de 2 millones de bolívares, con pagadero quincenal de Bs. 1 millón y, como bono por asistencia, ofrecía un cartón de huevos semanal. El aviso generó gran conmoción entre los marabinos, que rápidamente compararon la oferta con el salario mínimo y el cestatique devengados mensualmente.
Recientemente, la Cámara de Comercio de Maracaibo (CCM), en su informe mensual publicado en enero, indicó que el sector comercial y productivo inició el año “económicamente deprimido”. El balance arrojó que “entre el último trimestre del año 2017 y principios del 2018, la nómina empresarial de Maracaibo y San Francisco disminuyó en un 52%”.
La baja, según el boletín, estuvo motivada, en primer lugar, por “el éxodo laboral que se vive en la región” y, segundo, por la reducción de costos que las empresas han tenido que hacer para mantenerse en pie. El informe resaltó también que el sector trabaja a “media máquina” a causa de la falta de efectivo y el colapso del transporte público.
“La situación obliga a las empresas a resolver las necesidades básicas de los empleados para que estos puedan concentrarse en su trabajo”, apuntó al respecto, Franco Cafoncelli, presidente de Fedecámaras Zulia, y añadió que “el empresario tiene que lidiar con esta nueva dificultad para que la empresa pueda producir (...) la que no esté haciendo esto, difícilmente opera bien”.
Cafoncelli informó que gran número de empresas contratan líneas de taxi o transporte privado para reducir el ausentismo laboral. Además, es común el aporte de varios rubros alimenticios o de cestas de comida, así como la flexibilización de los horarios de entrada y salida, e incluso, hay quienes aprovechan las tecnologías y permiten trabajar de manera remota, desde el hogar.
Todo esto, indicó Cafoncelli, se hace con la finalidad de “dar más participación al trabajador (...) si se generan más ventas, habrán más beneficios y podrán mantener la empresa abierta”.
La hiperinflación juega rol importante, destacó, ya que “descuadra todo presupuesto por lo que hay que ser hipercreativo, rápido e innovador para mantenerse abiertos”.
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