Xinhua
Agencias
La Agencia Espacial de los EE. UU., El satélite de prospección de exoplanetas en tránsito (TESS, por sus siglas en inglés) de la agencia espacial de la NASA, ha observado las secuelas raramente vistas de una estrella que fue destrozada violentamente por un agujero negro supermasivo.
El estudio publicado en el Astrophysical Journal de esta semana describió el evento de interrupción de las mareas a unos 375 millones de años luz de distancia. El evento tiende a ocurrir cuando una estrella se acerca demasiado a un agujero negro supermasivo y las fuerzas del agujero negro abruman la gravedad de la estrella y la hacen trizas.
Según los investigadores, parte de su material se arroja al espacio y el resto vuelve a caer en el agujero negro, formando un disco de gas caliente y brillante a medida que se consume.
La interrupción ocurrió en la zona de observación continua sur de TESS, lo que permitió que el telescopio espacial y otras observaciones de seguimiento registraran todo el proceso del canibalismo. El campo de visión extremadamente amplio y la cobertura continua de TESS lo convierten en una gran herramienta para detectar y monitorear el evento.
Al observar la luz emitida durante este proceso, que aumenta a un brillo máximo y luego disminuye gradualmente, los astrónomos pueden comprender mejor la física del agujero negro y las fuerzas detrás de los fenómenos.
Luego, utilizaron datos UV del Observatorio Swift, otro telescopio espacial de la NASA, para determinar que la temperatura cayó en aproximadamente un 50 por ciento, de 40,000 a 20,000 grados Celsius, en unos pocos días.
Según el estudio, es la primera vez que se observa una disminución tan temprana de la temperatura en una interrupción de la marea.
Los astrónomos estimaron que el agujero negro supermasivo que generó el evento pesa alrededor de 6 millones de veces la masa del sol. Se encuentra en el centro de una galaxia en la constelación de Volans. La estrella destruida puede haber sido similar en tamaño al sol.
Las interrupciones de las mareas ocurren una vez cada 10,000 a 100,000 años en una galaxia del tamaño de la Vía Láctea. Los astrónomos han observado solo alrededor de 40 interrupciones de marea hasta el momento, y los científicos predijeron que TESS solo vería uno o dos en su misión inicial de dos años.
El evento es único ya que su galaxia anfitriona es más joven y está más llena de polvo que los eventos observados previamente, según el estudio.
TESS, lanzado en abril de 2018, es la segunda nave espacial de la NASA después del Telescopio Espacial Kepler en la búsqueda de planetas fuera de nuestro sistema solar, incluidos los que podrían soportar la vida.
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