Reuters
AFP
El movimiento indígena y los sindicatos de trabajadores de Ecuador dijeron el sábado 5-O que mantienen activa las protestas y continuarán en las calles en todo el país hasta que el presidente Lenín Moreno desista de las medidas fiscales.
La protesta comenzó el jueves 3-O con la decisión de los transportistas de suspender el servicio para presionar al Gobierno a derogar su decisión de poner fin a los subsidios al diésel y la gasolina extra, a la que se fueron sumando movimientos sociales, indígenas y estudiantes.
Sin embargo, el sindicato desistió la noche del viernes de su protesta y retomaba paulatinamente el sábado la operación de sus unidades de buses y taxis, pese a no tener ningún acuerdo con el Gobierno, según sus líderes.
“Continuamos con la protesta en cada uno de nuestros territorios. No nos va a debilitar el alza de paro de los transportisas (...), el movimiento indígena está en movilización indefinida en todo el país”, dijo Jaime Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador.
“Con cárcel o sin cárcel la decisión está firme”, agregó vía telefónica a Reuters, al informar que varias carreteras a lo largo del país están bloqueadas por comunidades indígenas.
Disturbios y destrozos
Las protestas del jueves se tornaron violentas en varios ciudades del país, registrando disturbios y destrozos de bienes públicos, lo que obligó a Moreno a declarar un estado de excepción por 60 días y a detener a unas 379 personas hasta la noche del viernes, entre ellos líderes de los transportistas.
El mandatario ha dicho que no desistirá de su decisión de poner fin a los subsidios, que han estado vigentes por décadas, y que está abierto al diálogo para evaluar medidas de compensación para los sectores que se vean más afectados.
El Gobierno anunció que estudia una revisión de las tarifas para el transporte en todas sus modalidades, pero que no será proporcional a los nuevos precios de los combustibles.
“La indignación del paquetazo es del pueblo ecuatoriano (...) el paquetazo es un premio a empresarios, a la banca y por cumplir las recetas del FMI”, dijo el presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), Mesías Tatamuez, al ratificar la convocatoria al paro nacional el 9 de octubre.
Ecuador alcanzó en febrero un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 4.200 millones de dólares con un programa económico de tres años que incluye reformas tributarias, laborales y monetarias y esfuerzos fiscales por reducir el déficit fiscal.
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