08:30 AM / 19/02/2018-Gabriela Trujillo Prado
Agencias
El optimismo puede definirse como una característica disposicional de personalidad que media entre los acontecimientos externos y la interpretación personal de los mismos. Esa tendencia a esperar que el futuro depare resultados favorables contribuye al éxito. Los especialistas afirman que los pensamientos negativos atraen resultados negativos.
“En una oportunidad no pude repasar completamente los temas del examen de final de semestre. Estaba segura de los conocimientos adquiridos en clases, pero el resto de mis responsabilidades me impidieron estudiar días antes. Nunca pensé que reprobaría; al contrario, mis pensamientos siempre fueron positivos y sabía que pasaría la materia”.
El comentario, expresado por Jackeline Hurtado, de 25 años, estudiante de medicina, forma parte de un tópico que ha despertado vasto interés entre los investigadores de la psicología positiva.
Esta tendencia a esperar resultados excelentes de las circunstancias es lo que los especialistas han denominado optimismo. Puede definirse como una disposicional de la personalidad que media entre los acontecimientos externos y la interpretación personal de los mismos.
El psicoanalista Gerardo Villalobos refiere que ésta es una predisposición a desear que el futuro depare consecuencias favorables. “El optimismo es el valor que nos ayuda a enfrentar las dificultades con buen ánimo y perseverancia , descubriendo lo positivo que tienen las personas y las circunstancias, confiando en nuestras capacidades y posibilidades junto con la ayuda que podemos recibir”, agrega.
Villalobos parte de tres tipos de personalidades: la optimista, la pesimista y la realista.
La principal diferencia que existe entre una actitud optimista y una pesimista es la forma de apreciar ciertas situaciones: empeñarse en descubrir inconvenientes y dificultades provoca apatía y desánimo. El pensamiento positivo supone efectuar un esfuerzo para encontrar soluciones y ventajas.
En cuanto a los realistas, considera que “son personas con metas claras que evalúan todas las situaciones”.
Martín Leal Guerra, psicólogo clínico, explica que las personas que se inclinan por la tendencia positiva tienen mejor humor, son más perseverantes y exitosas e, incluso, tienen una mejor condición física.
La literatura científica indica que quienes poseen altos niveles de esperanza (que tienen que ver con la expectativa de resultados positivos en el futuro y con la creencia en la propia capacidad de alcanzar metas) se fortalecen y encuentran beneficio en situaciones traumáticas.
Afirma que ser optimista es una actitud permanente de recomenzar, de volver al análisis y al estudio de las situaciones para comprender mejor la naturaleza de las fallas y los errores. Sólo así se estará en condición de superarse a sí mismo y de lograr todas las metas.
Aquí algunas acciones a tomar si quieres mejorar tu estado de ánimo:
1) Analiza las cosas a partir de los puntos buenos y positivos, seguramente con esto se solucionarán muchos de los inconvenientes. Curiosamente, no siempre funciona igual a la inversa.
2) Haz el esfuerzo por dar sugerencias y soluciones, en vez de hacer críticas o pronunciar quejas.
3) Procura descubrir las cualidades y capacidades de los demás, reconociendo el esfuerzo, el interés y la dedicación. Ésto es lo más justo y honesto.
4) Aprende a ser sencillo y pide ayuda, generalmente otras personas encuentran la solución más rápido.
5) No alardees de tu seguridad en ti mismo tomando decisiones a la ligera, considera todo antes de actuar pues las cosas no se solucionan por sí mismas.
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