Los 200 carritos de Jesús David Portillo Barrios, de 15 años, permanecen en el mismo lugar donde los dejó, arriba de una mesa ubicada en el medio de la habitación. A los lejos su madre observa incrédula los juguetes más preciados del niño, no volverá a verlo, es un hecho, su vida terminó, ayer a las 4.00 de la mañana, cuando un aire acondicionado explotó.
Un estruendo hizo despertar de su letargo a Merva Parra (72). Las llamas avanzaron con rápidez, el aire acondicionado del cuarto hizo cortocircuito, pidió auxilio, nadie respondió al llamado, comentó un allegado a los Barrios.
El adolescente acostumbraba a dormir en ropa interior, era muy conservador, buscó una prenda para cubrirse antes de salir, escuchó los gritos de su abuela. El techo de la casa 27 – 83, en la calle 27 con avenida 13 del sector San Benito, parroquia El Bajo del municipio San Francisco, es de zinc, el fuego consumió las láminas de anime y parte del cielo raso.
La adulta mayor resultó ilesa, logró salir de la vivienda, el pequeño en cambio quedó atrapado, los vecinos intentaron socorrerlo, agarraron una manguera, pote llenos de agua, intentaban controlar el fuego sin resultado. Al cabo de minutos el esfuerzo colectivo rindió frutos, las llamas cedieron, pero el jovencito no sobrevivió, estaba atrapado entre su cama y un gavetero.
El humo que provocó el incendió combinado con el cuadro de bronquitis y asma que padecía desde hace meses desencadenaron la tragedia dijo un tío del infortunado mientras sostenía en su mano izquierda un jeep, negro, con el techo derretido.
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