AFP
Agencias
“No hay duda” de que existieron violaciones a los derechos humanos durante las manifestaciones sociales que hace un mes golpean a Chile, afirmó Paulo Abrão, secretario de ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh).
“Sobre violaciones a los derechos humanos, no hay duda que existieron. El tema ahora es medir cuál fue su alcance, apurar sus debidas responsabilidades y también individualizarlas, en vez de generalizar una situación”, dijo Abrão, de visita en Chile para recabar información sobre las decenas de denuncias sobre vulneraciones provocadas por agentes antidisturbios durante las protestas.
Tras un mes del estallido social, el peor en tres décadas en Chile, han muerto 22 personas, miles resultaron heridas y se contabilizan más de 200 manifestantes con lesiones oculares graves, debido a disparos de perdigones por parte de la Policía, también criticada por el uso indiscriminado agua y gas lacrimógenos para disolver las manifestaciones.
Por su parte, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, denunció en Londres la “brutalidad policial” utilizada durante las protestas en Chile y otros países como Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Francia, Hong Kong, Líbano, Rusia o España, donde advirtió, se han “multiplicado” las protestas callejeras.
Bachelet envió a Chile una misión de la ONU para escuchar las denuncias de vulneraciones a los Ddhh.
Tras reunirse en esta jornada con organismos de derechos humanos, Abrão indicó también que es necesario individualizar estas vulneraciones, lo que debiera llevar a la justicia chilena a implementar “medidas de reparación adecuadas a las víctimas” y aclarar las circunstancias en las que se produjeron los abusos.
El representante de la Cidh, inició el lunes las reuniones con autoridades de gobierno y también con el Instituto Nacional de Derechos Humanos (Indh) que ha presentado más de un centenar de demandas por abusos de parte de agentes del estado.
Suspenden uso de perdigones
A policía chilena anunció que suspendió el uso de perdigones como herramientas antidisturbios, en medio de fuertes cuestionamientos sobre esa arma no letal y los más de 200 manifestantes que han resultado con lesiones oculares graves en un mes de protestas.
“Como una conducta de prudencia, se ha ordenado suspender el uso de esta munición no letal como herramienta antidisturbios”, afirmó el director general de Carabineros de Chile, Mario Rozas, luego de que se contabilizaran 222 personas con heridas oculares graves tras el uso de estos perdigones o balines desde el inicio del estallido social en Chile el 18 de octubre pasado, que deja también 22 muertos.
La policía afirma que estos perdigones son de goma, pero un estudio de la Universidad de Chile, en base a municiones extraídas a manifestantes heridos en las protestas, mostró una composición distinta: 20% de caucho y el 80% restante de silice, sulfato de bario y plomo, “con una dureza equivalente a una rueda de skate”, de acuerdo al informe.
En su declaración, el general Rozas explicó que tras el informe de la Universidad de Chile la institución ordenó un estudio interno, que arrojó también discrepancias con la información entregada por la empresa que les vende la munición, un cartucho que contiene 12 perdigones de 8 milímetros y 7 gramos de peso cada uno.
En base a estas diferencias, agregó el jefe policial, los perdigones sólo podrán ser utilizados a partir de este martes, “al igual que las armas de fuego, como una medida extrema y exclusivamente para la legítima defensa cuando ya hay un peligro inminente de muerte”.
La restricción en su uso, sin embargo, “será evaluada cuando tengamos en nuestro poder los resultados de los estudios complementarios que hemos solicitado en laboratorios de Chile y el extranjero, así como las certificaciones complementarias solicitadas al proveedor”, precisó Rozas.
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