domingo, 10 de noviembre de 2019

Rusia rechaza llamados de oposición boliviana para destituir por la fuerza al Gobierno de Evo Morales


 
 
 
 
Rusia aboga por una solución pacífica a la situación política que aquejan hoy a Bolivia y considera contraproducentes los llamados de la oposición no sistémica de ese país que pretende destituir por la fuerza el Gobierno del presidente Evo Morales.
 
“Abogamos por una pronta solución de las discrepancias entre las fuerzas políticas bolivianas dentro del marco constitucional”, declaró la vocera de la Cancillería rusa, María Zajarova, citada aquí por la televisión capitalina.
Agregó: “Consideramos inadmisibles los intentos de algunas fuerzas políticas de azuzar las tensiones en torno a la labor de los expertos internacionales y ejercer presión sobre ellos, lo cual, podría dificultar la emisión de un juicio objetivo”.
Zajarova se refería así a la revisión del proceso electoral, tras los comicios de octubre pasado, en los cuales el presidente Evo Morales obtuvo más del 47 por ciento de los votos, para ganar en primera vuelta, al contar con 10 puntos de ventaja sobre su más cercano rival, reseña Prensa Latina en su portal web.
Las declaraciones de la oposición no sistémica boliviana de que rechazan de antemano los resultados de la auditoría, su ultimátum a las autoridades y los llamamientos a destituir por la fuerza al Gobierno no contribuyen a normalizar la situación en el país, apuntó Zajarova.
Ello va en contra del interés del pueblo boliviano, subrayó la portavoz, en medio de actos violentos de la oposición extremista boliviana que asaltó las sedes de la radio y la televisión estatales, tomó edificios públicos e incendió casas de miembros del ejecutivo.
“Quisiéramos volver a resaltar que Rusia está interesada en una América Latina estable política y económicamente, afirmó la jefa del Departamento de Prensa del ministerio ruso de Asuntos Exteriores.
Destacó que desarrollan con todos los países de la región, incluida Bolivia, una cooperación de beneficio mutuo y basada en la igualdad, el respeto y la no injerencia en los asuntos internos, de conformidad con la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y las normas del derecho internacional.

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