miércoles, 28 de marzo de 2018

Conmoción en Maracaibo por el crimen de la estudiante María Reyes

2018
Alejandro bracho panored@panodi.com
Triste Martes Santo vivió la familia de María Gracia Reyes Sanjuan y todo el Zulia. La angustia y la incertidumbre se convirtió en dolor. El cadáver de la estudiante fue encontrado, este martes,  enterrado en un pequeño jardín de una casa del barrio San Sebastián donde fue vista el 1 de marzo.
 A la noticia del hallazgo se unió la certeza de la implicación de Metid Salim y su hijo Hachem, en la desaparición de la estudiante. Ambos resultaron abatidos en la misma casa. 
A las 10:00 am de ayer, comisiones de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) llegaron a la casa, en la avenida 46 del barrio, ubicado entre la urbanización El Pinar y la autopista Uno, en Maracaibo. 
 Allí estaban los Salim. Los detectives quisieron entrar a la casa y se oyeron disparos. Murieron, minutos después, al ingresar al Hospital General del Sur Dr. Pedro Iturbe. 
Ya había la sospecha de que la estudiante de la Facultad Experimental de Arte (Feda) estaba muerta y enterrada. “Cuando comenzaron a remover la tierra del frente, salió el olor”, dijeron vecinos. No había dudas. Allí estaba el cadáver. 
Los allanamientos no habían cesado desde que, la semana pasada, el Cicpc había solicitado a tribunales librar orden de captura contra Salim Yousra. No pesaban solo los señalamientos que no paró de hacer la hermana de María, Nathaly Torres, sino las evidencias que lo incriminaban. 
Entre esos documentos estaba una captura a Salim en 2013. “Agredió sexualmente a una de sus empleadas, en una venta de pastelitos en el barrio Milagro Sur, en San Francisco. Al parecer, le ofreció dinero por sexo. La mujer se negó y Salim la atacó”, trascendió en el momento de la captura, que practicó Polisur. 
Le dieron medida sustitutiva de libertad. 
De la incredulidad, los vecinos de San Sebastián pasaron al  dolor. De nada sirvió el cerco policial que, con varias patrullas, tejieron los detectives. Muchos se acercaron a la casa para presenciar las experticias. 
“Los investigados en este hecho se movieron en varias residencias, tanto en Cabimas como Ciudad Ojeda y Mene Grande, pero, regresaron nuevamente a la casa en el barrio San Sebastián, donde se enfrentaron a la comisión con dos revólver calibre 38”, informó el director del Cicpc en el Zulia, comisario Mario Pacheco.
 Autoridades del Cicpc presumen que la estudiante fue estrangulada, aunque señalaron que se debe esperar el resultado de la autopsia de su cuerpo. A la joven la encontraron amordazada, atada de pies y manos y al menos a un metro de profundidad. 
“Después de enterrarla, el árabe sembró unas matas en la tierra para intentar borrar evidencia”, dijo el comisario Pacheco. 
 El Cicpc dijo que la presión policial obligó a los Salim a regresar a la vivienda donde llevaron a pie a María el 1 de marzo. Los vecinos la vieron llegar con su chaqueta de jeans, su hermosa cabellera negra, su bolsito y un sobre de manila en sus manos. 
Ante la curiosidad de los vecinos, el árabe astuto respondió a una curiosa: “Esa es una empleada de un paisano, que me trajo un dinero”. Alguien más le escuchó gritar desde el porche. “Hachem, mira a quien  traje”, refiriéndose a María. Pisaría la casa que se convertiría en el infierno.   

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