jueves, 22 de marzo de 2018

Familia de María, la estudiante de LUZ desaparecida: Estamos desesperados


Alejandro Bracho
Cortesía
Veintiún días se cumplen de la desaparición de la joven estudiante María Reyes sin que haya noticias de la investigación mientras que su familia se impacienta y se consume en el miedo y la desesperación.

Ayer, una de sus hermanas, Nathaly Torres, declaró que todos están atentos, pero no se quieren quedar de brazos cruzados y de alguna manera tratan de ayudar en la búsqueda de María. 

“Sabemos que fue contactada por un hombre árabe y queremos que el Cicpc lo ubique para que se le pregunte por mi hermana, debe saber dónde está porque él la contactó”, dijo. 

 Nathaly Torres fue una de las primeras que en  la familia se movió para reportar la desaparición de su hermana. Acudió al Cicpc, se fue hasta la universidad, conversó con sus compañeros y amigos y ha estado muy pendiente de sus padres, que viven angustiados. 

“Mi mamá no está nada bien, ha llorado mucho, se desmaya, y mi papá no ha vuelto a su trabajo en el centro, también está mal, nos desesperamos al no saber de María”, relató ya con impotencia de no poder hacer mucho porque su situación económica la limita. 

Ayer, se conoció de una fuente investigativa  que el misterioso hombre árabe, que habría contactado a María para un “supuesto trabajo”, sigue siendo el principal sospechoso de esta desaparición y cobra fuerza la hipótesis de ser el responsable del cautiverio de María. 

María había conocido a un hombre árabe por medio de su papá, ya que éste tiene un puesto en el centro donde cose zapatos y vende jugos.  

El árabe buscaba una muchacha para trabajar en su casa, y María  acudió a la cita pero lo que le ofrecieron no le gustó y se marchó de ese lugar, pero un hijo del supuesto empleador, de 19 años, mantuvo contacto con María por mensajería de texto, incluso la seguía por Facebook. 

 La vida de María Reyes continuaba pero el árabe volvió a contactarla, según dijo su mamá Judith Sanjuan, para que supuestamente conociera la casa donde se habían mudado. 

Fuentes policiales informaron que el hombre estuvo hospedado en un hotel en el casco central de la ciudad, pero también en una casa cerca del hotel donde vivió. 

Las características del árabe, el carro que manejaba y cómo fue descrito en medios y redes, alertaron a los vecinos del barrio  San Sebastián, cerca de El Pinar. Comunicaron a  PANORAMA  que “este hombre  vivió en esa zona donde tenía una casa  alquilada  y allí estaba con su hijo de 19 años”. 

“Estamos también preocupados por esa muchacha y tememos que él la tenga”, dijo una vecina que prefirió no dar su nombre. Otros aseguran que el árabe  vivía en esa casa desde finales de noviembre de 2017, y desapareció del sector, justamente después de tres días de haber desaparecido María Reyes. 

 “Él decía que tenía negocios en el centro, que tenía una empresa de taxis, y hasta puso una mesita frente a la casa para vender cigarros, cubitos y arroz”, narraron residentes del barrio. 

El vehículo, de los años 90,  que tenía el árabe, “lo vendió a un habitante del mismo barrio. Hay rumores que se habría mudado a Ciudad Ojeda porque su hijo decía que tenían familia por allá”, comentó alguien.

 El Cicpc le sigue la pista, pero mantiene en reserva detalles y avances de la investigación. 
Una fuente informó que este caso no lo han dejado caer, pero que es necesario que su familia sea paciente y “confíe en la policía científica que sigue haciendo su trabajo”. 

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