Hace unos días un autobús que cubría la ruta Maracay-Mariara se incendió por un desperfecto mecánico y dejó como resultado más de 15 personas gravemente lesionadas. Lo costoso de los repuestos y la carencia en muchas oportunidades de los mismos ha empujado a los autobuseros a tener que “remendar” los desperfectos de sus unidades con “pañitos de agua tibia” para poder seguir funcionando y así prestar el servicio a la comunidad y no dejar de generar ingresos para sus hogares.
Aunque más del 50% de las unidades autobuseras de Maracay asociadas al Frente Unido de Transporte (FUT) están paralizadas, también es cierto que el porcentaje restante está trabajando en las calles “a la buena de Dios” ya que tienen un sinfín de problemas mecánicos cuyos costos de reparación en la mayoría de los casos supera los 100.000 bolívares, siempre y cuando se consiga el repuesto.
El presidente del FUT, Elpidio Mora, indicó que los choferes se ven en la necesidad de remendar para poder seguir andando conscientes del peligro que representa, “pero también conscientes de que hay que prestar el servicio y ganarse el dinero para sus familias”. Alegó que tan solo reparar un bote bien sea de gasolina o aceite sobrepasa los 50.000 bolívares y que estos sumados a los desperfectos eléctricos, son los principales problemas que siempre tienen los autobuses por no contar con un servicio constante de mantenimiento por la falta de repuestos.
Glorianny González
Foto David Otamendi
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