30 de marzo de 2016.- En un ambiguo comunicado interno que la transnacional Colgate-Palmolive envió a sus trabajadores, se evidencia su activa participación en la guerra económica que busca derrocar por la vía de la “desaparición de productos”, al gobierno Bolivariano, reseñó RNV.
A confesión de partes, relevo de prueba. El comunicado dirigido a los trabajadores firmado por el vicepresidente y gerente general de la corporación, Francisco Muñoz Ramírez, asume en primera instancia que la empresa estadounidense deja de producir por falta de materia prima; sin embargo, luego admite que la paralización de la corporación obedece a las pérdidas financieras.
Ramírez, anunció a los trabajadores que a petición de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos, Colgate-Palmolive comenzará a producir crema dental en su presentación de 50ML, detergentes en polvo de varios tamaños y lavaplatos en crema y líquidos en diferentes presentaciones.
Más adelante en el texto se admite: “suspendimos la fabricación de estos productos”, decisión consciente e intencional que ocasionó la desaparición en los anaqueles de las presentaciones populares. El argumento dado por la trasnacional a sus trabajadores fue que la producción en estos tamaños produce pérdidas a la compañía.
Hace dos semanas el superintendente de precios justos William Contreras desmintió ante la opinión pública, que Colgate- Palmolive careciera de materia prima.
A pesar de arrancar con la producción de crema dental (por la acción contralora de la SUNDDE), Muñoz Ramírez recuerda que la empresa paralizó la producción de lavaplatos, detergentes y otros productos, a partir de la política de control de precios impuesta por el gobierno bolivariano.
Aunado a esto, la empresa alega descaradamente en su comunicado que disminuir la fabricación de productos con precios congelados, “le permite continuar la línea de producción de otras presentaciones”, reconociendo la intencionalidad de Colgate-Palmolive de boicotear la política de protección del gobierno bolivariano, orientada a resguardar los intereses del pueblo venezolano, frente a la guerra económica.
Como medida de presión y jugando con las necesidades de la población venezolana, la Colgate-Palmolive pide se revise la política de protección de precios, sin pena de seguir disminuyendo la fabricación de productos en sus distintas presentaciones.
Además, le solicita a la clase obrera que se haga cómplice de estas medidas de presión que afectan directamente a la familia venezolana, pues son el eje fundamental de la guerra económica que esconde productos y deja de producir para cumplir con sus intereses particulares, en detrimento de los intereses colectivos de la nación.
A confesión de partes, relevo de prueba. El comunicado dirigido a los trabajadores firmado por el vicepresidente y gerente general de la corporación, Francisco Muñoz Ramírez, asume en primera instancia que la empresa estadounidense deja de producir por falta de materia prima; sin embargo, luego admite que la paralización de la corporación obedece a las pérdidas financieras.
Ramírez, anunció a los trabajadores que a petición de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos, Colgate-Palmolive comenzará a producir crema dental en su presentación de 50ML, detergentes en polvo de varios tamaños y lavaplatos en crema y líquidos en diferentes presentaciones.
Más adelante en el texto se admite: “suspendimos la fabricación de estos productos”, decisión consciente e intencional que ocasionó la desaparición en los anaqueles de las presentaciones populares. El argumento dado por la trasnacional a sus trabajadores fue que la producción en estos tamaños produce pérdidas a la compañía.
Hace dos semanas el superintendente de precios justos William Contreras desmintió ante la opinión pública, que Colgate- Palmolive careciera de materia prima.
A pesar de arrancar con la producción de crema dental (por la acción contralora de la SUNDDE), Muñoz Ramírez recuerda que la empresa paralizó la producción de lavaplatos, detergentes y otros productos, a partir de la política de control de precios impuesta por el gobierno bolivariano.
Aunado a esto, la empresa alega descaradamente en su comunicado que disminuir la fabricación de productos con precios congelados, “le permite continuar la línea de producción de otras presentaciones”, reconociendo la intencionalidad de Colgate-Palmolive de boicotear la política de protección del gobierno bolivariano, orientada a resguardar los intereses del pueblo venezolano, frente a la guerra económica.
Como medida de presión y jugando con las necesidades de la población venezolana, la Colgate-Palmolive pide se revise la política de protección de precios, sin pena de seguir disminuyendo la fabricación de productos en sus distintas presentaciones.
Además, le solicita a la clase obrera que se haga cómplice de estas medidas de presión que afectan directamente a la familia venezolana, pues son el eje fundamental de la guerra económica que esconde productos y deja de producir para cumplir con sus intereses particulares, en detrimento de los intereses colectivos de la nación.
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