Por: José Ávila
El día domingo 12 de Febrero de este año, el Comandante Presidente Nicolás Maduro, nos advirtió acerca de una especie que hace tiempo viene actuando dentro y alrededor de la revolución; los traidores agazapados.
Esta especie hasta ahora poca conocida, pero de largo accionar actúa a lo interno de la revolución y procura pasar desapercibida, tal cual caballo de Troya.
Acumulan fuerza, aliados nacionales e internacionales (incluyendo agencias de inteligencia de otros países) recursos y hasta grupos de incautos para legitimarse una vez que salgan del agazapamiento; pues algún día deben salir o los terminamos de mostrar.
Estos agazapados normalmente se escudan en la denuncia irresponsable, en la fabricación de falsos positivos contra la dirigencia de la revolución que tiene el pellejo empeñado en esta guerra que nos hacen en todos los frentes. De igual forma tienen extraños encuentros con los más enconados enemigos del pueblo y la revolución, amén de ser muy equilibrados y mordaces críticos.
Los agazapados ya mandaron el rojo al carajo, pues ellos no son tan radicales y hay que negociar -según ellos-
Los agazapados avanzan en su argumentación económica de dolarizar la economía. Hacen caso omiso a las instrucciones del Presidente Nicolás Maduro, pues según ellos Nicolás manda en Caracas y ellos en sus aéreas de competencia -otro gobierno pues-
La historia nos ha dado duras lecciones con las y los traidores de todos los tiempos.
Que nada nos sorprenda!
Detectemos a tiempo a los traidores agazapados y curemos en salud a la revolución.
Como buenos traidores, ellos no van a levantar la mano ni a decir presente, pero que se terminen de ir y nos dejen hacer la revolución. Que se busquen las excusas que quieran, pero que se vayan hacer lo que mejor les parezca.
Nosotros sigamos honrando la lealtad como principio y supremo valor espiritual y sigamos juntos, pues las razones históricas, políticas, económicas y sociales nos acompañan.
Firmes, leales y unidos de forma sincera, junto al pueblo, al legado de Chávez y a Nicolás hasta vencer la ignominia.
@avilaelguerrero
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