Amazon pone el punto de mira en los grandes supermercados. La empresa inaugura en Seattle la primera gran superficie sin cajeros.
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Para ser un gigante del comercio electrónico, Amazon tiene una curiosa obsesión con las tiendas físicas. Hace dos años inauguró el primer Amazon Go, un establecimiento en el que los clientes pueden entrar, coger cualquier producto y salir por la puerta sin tener que pararse a pagar.
Ahora tiene más de 25 de estas tiendas repartidas por todo EE.UU y, poco a poco, está llevando a cabo su plan de futuro para acabar con los trabajadores de supermercados. Los únicos que entrarán en estas tiendas son los que están dispuestos a comprar algo.
Su próximo paso es aplicar la misma tecnología a los grandes supermercados. Esta semana ha abierto el primero, Amazon Go Grocery, en el centro de Seattle. Es una superficie de unos 1.000 metros cuadrados -cinco veces más grande que las tiendas Amazon Go- pero que utiliza el mismo sistema de pago.
Para acceder, el cliente escanea un código QR en la pantalla de su teléfono que lo identifica y una vez dentro puede coger de las estanterías todo lo que necesite llevarse. Cámaras y sensores repartidos por la tienda observan los productos que elige o los que simplemente mira y devuelve a las estanterías. Al salir, cobra todos los que ha seleccionado a la tarjeta de crédito de su cuenta en Amazon y envía un correo con la factura y la lista de los productos adquiridos.
Escrito así suena casi a magia pero el sistema funciona extremadamente bien y es muy preciso. La diferencia entre este nuevo establecimiento y los 25 ya existentes de Amazon GO es la cantidad y tipo de producto que ofrecen.
Hasta ahora las tiendas estaban enfocadas a trabajadores que buscaban comida preparada de última hora o productos no perecederos. Tenían un inventario limitado, más parecido al que se puede encontrar en una pequeña tienda de barrio. Amazon Go Grocery es, sin embargo, una gran superficie donde comprar la compra semanal o del mes, con precios algo más bajos a los de la cadena de supermercados con productos orgánicos Whole Foods (propiedad también de la empresa) y con frutas y verduras, generalmente vendidas a precio por unidad en lugar de al peso.
Si el cliente de Amazon Go es el trabajador que busca algo para comer en la hora del almuerzo, el de Go Grocery es el mismo trabajador "de camino a casa pensando en qué quiere cenar", explica Cameron Janes, vicepresidente de tiendas físicas de Amazon.
Esta nueva filosofía obliga a algunos cambios y hay limitaciones. El supermercado tiene carnes, embutidos y pescados preempaquetados o congelados, pero no un mostrador donde comprar al peso estos productos. Ahora también hay mesas repartidas por el establecimiento para que los clientes organicen la compra en bolsas. Pero al finalizar el proceso es el mismo, sólo hay que salir por la puerta. No hay cajeros, ni siquiera máquinas de pago automáticas. Nadie te para para comprobar lo que llevas en la bolsa. Tienes la sensación de que estás robando. A los pocos minutos recibes un correo electrónico con el total y la confirmación del pago y la sensación es la opuesta. Ya está.
Estas tiendas no eliminan por completo al personal pero sí reducen de forma clara la cantidad de empleados necesarios para mantener la operación en funcionamiento. Las tiendas Amazon Go suelen tener entre tres y diez empleados dependiendo del tamaño. La cifra incluye a los vigilantes de seguridad en la puerta, reponedores de las estanterías, personal de almacén o limpieza.
Aunque esta tienda es mayor y supera la decena de trabajadores, está todavía lejos de los 50 o 60 puestos de trabajo que crea una superficie de alimentación tradicional, no sólo por la ausencia de cajeros sino también por la mayor eficiencia en las operaciones de almacenaje y facturación.
La empresa está estudiando otras fórmulas de tiendas ya almacenes semiautomatizados que podrían incluso reducir la cifra de personal necesario. En Woodland Hills, cerca de la ciudad de Los Angeles, Amazon se dispone a abrir un centro de distribución con supermercado en el que varios robots se encargarán de coger y reponer los diferentes productos de las estanterías. El cliente sólo tendrá que esperar unos minutos para salir por la puerta con la compra hecha o hacer la compra unos minutos antes en el teléfono y pasar sólo a recogerla.
La reducción en personal ha despertado tensiones entre los sindicatos y asociaciones de trabajadores justo en el inicio de una campaña electoral en EE.UU. en el que la automatización de los puestos de trabajo va a tener un papel relevante. El sindicato internacional de trabajadores del sector de la alimentación (UFCWIU) ha acusado a Amazon de "querer eliminar la mayor cantidad de trabajos posibles". La compañía, sin embargo, se defiende asegurando que ha creado más de 500.000 puestos de trabajo en el país y que sus salarios suelen ser muy superiores al mínimo requerido en los diferentes estados. Varios analistas aseguran que la empresa podría ofrecer en un futuro este sistema a otras grandes cadenas de supermercados.
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