Utilizando amenazas y abusando de los derechos, el PCCh hace que sus ciudadanos le proporcionen muestras de sus datos biométricos, a menudo alegando que se trata de exámenes médicos obligatorios u otros pretextos.
por Jiang Tao
Recopilación de datos biométricos organizada en los lugares de trabajo
Varios residentes de la provincia central de Henán le informaron a Bitter Winter que, en mayo de 2019, sus empleadores –desde escuelas hasta empresas– los formaron en grupos de hasta doce personas y les dijeron que se dirigieran a las estaciones de policía asignadas, donde deberían proporcionar muestras de sangre y de voz, se les tomarían las huellas de sus dedos, palmas y pies, se registraría su peso y altura, y se les fotografiaría el rostro desde tres ángulos. La policía también inspeccionó sus teléfonos móviles. A cada persona le llevó entre 15 y 20 minutos completar el procedimiento.
“Los oficiales explicaron que estos identificadores biométricos estaban destinados a ser archivados. Se ha comenzado con los lugares de trabajo y todos los demás residentes deberán hacer lo mismo más tarde” afirmó el empleado de una empresa.
«Siento que no tengo privacidad; los sistemas de reconocimiento facial me identifican en las calles y mis llamadas telefónicas son monitoreadas como si fuera un prisionero», se quejó el empleado de otra empresa ante Bitter Winter. «Dondequiera que vaya soy vigilado a través de varios sistemas de alta tecnología».
En zonas rurales de la ciudad de Xinmi se han puesto en marcha campañas de recopilación de datos biométricos similares. En la vecina ciudad de Dengfeng, los funcionarios de los comités de aldea les dijeron a los residentes que esto se hacía como parte del examen físico obligatorio, y llevaron personalmente a algunos aldeanos hasta las estaciones de policía. Según un infiltrado en el Gobierno, a las estaciones de policía de algunas localidades incluso se les asignaron cupos de personas a las que se les deberían tomar los datos biométricos.
Fotos para la base de datos de reconocimiento facial
En mayo del año pasado, en Tonghua, una ciudad a nivel de prefectura de la provincia nororiental de Jilin, los agentes de policía fueron de puerta en puerta para tomarles fotos a los residentes con sus teléfonos móviles para la base de datos de reconocimiento facial. También registraron la información de identidad de los mismos y datos sobre sus propiedades.
Mientras tanto, la Agencia de Seguridad Pública del condado de Huinan, en Tonghua, envió a aproximadamente 150 oficiales de policía asistentes para que tomaran fotos de los residentes de las aldeas dentro de su jurisdicción. Se les pidió a los aldeanos del condado de Liuhe, en Tonghua, que llevaran sus tarjetas de identificación y teléfonos móviles a los comités de aldea para que se les registrara su información personal y les tomaran fotos para el sistema de reconocimiento facial.
La recopilación de ADN es obligatoria
Los residentes de los municipios de las ciudades de Zigong, Yibin, Bazhong y Nanchong en la provincia suroccidental de Sichuan, tuvieron que proporcionar muestras de sangre el pasado mes de abril. Los funcionarios les dijeron que era necesario para que pudieran obtener las tarjetas de identidad de tercera generación, y en algunos casos les mintieron afirmando que se les había extraído sangre como parte de los exámenes físicos organizados por el Gobierno. A algunos también se les pidió que proporcionaran muestras de saliva. Cuando las personas solicitaban que se les entregara una copia de sus informes de salud, eran ignoradas. Los agentes de policía amenazaron a quienes no querían proporcionar muestras de sangre, afirmando que si no lo hacían, su seguro de salud sería revocado.
Los residentes de algunos municipios de las provincias de Liaoning y Hebei, en la zona norte de China, le dijeron a Bitter Winter que la recolección de sangre era obligatoria y que los que trabajaban fuera de la ciudad habían sido convocados. Los agentes de policía a veces detenían a los aldeanos a los costados de las carreteras para obtener sus muestras de sangre.
«La policía nos amenazó», le dijo un aldeano procedente de Hebei a Bitter Winter. «Si nos negamos a proporcionar muestras de sangre, no se ocuparán del registro de hogares de nuestras familias, de las solicitudes de tarjetas de identidad, ni de las revisiones políticas para el reclutamiento del ejército en el futuro».
Los residentes de las provincias de toda China, especialmente los hombres, se ven obligados a proporcionar información sobre su ADN para una base de datos a nivel nacional, lo que plantea problemas relacionados con los derechos humanos y la privacidad. En los Estados Unidos, las agencias de policía solo pueden tomar muestras de ADN de delincuentes detenidos por delitos graves, a menos que la policía obtenga una autorización judicial o un consentimiento personal. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos emplazado en Estrasburgo, Francia, falló en diciembre de 2008 contra el Reino Unido, ordenando destruir los registros de ADN recopilados de cientos de miles de personas que no poseían antecedentes penales. El tribunal afirmó que dicha recopilación de datos violaba el artículo 8 -el derecho al respeto de la vida privada y familiar- de la Convención Europea de Derechos Humanos.
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